Por Yulimar Requena (Venezuela) – Periodista Joven A IPS América
CARACAS, Venezuela, 4 de septiembre de 2019.- Cuando se multiplican las dudas y las críticas se agigantan, suelen crecerse los grandes. La selección venezolana de baloncesto así lo ha hecho siempre, y este miércoles demostró -una vez más- que está llamada a hacer historia. Vencieron 72 por 59 a la selección de China para avanzar a la segunda ronda del Mundial al ubicarse entre los mejores 16.
Tan ávidos de enaltecer su tricolor, resultan indescifrables.
La defensa fue hermética y se convirtió en la mejor arma de los de Fernando Duró, que contra todo pronóstico lograron frenar a los anfitriones, superándolos incluso en los rebotes. La experiencia jugó a favor de los venezolanos y terminó siendo determinante. El resto fue su selló de siempre: Unión, pasión y hermandad.
“Esta es mi segunda familia, hemos hecho muchas cosas juntos. Estoy orgulloso de pertenecer a este grupo… Hoy hicimos un gran trabajo”, confesó Heissler Guillent con la voz aun temblorosa después de la histórica victoria.
Y es que precisamente Guillent lideró la ofensiva vinotinto con 15 puntos, ocho asistencias y tres rebotes, mientras que Dwight Lewis aportó 13 unidades y Gregory Vargas otras 12. Venezuela avanzó como segundos del Grupo A y se cita en octavos de final con los combinados de Argentina y Rusia.
Esta es la primera vez en la historia que la selección avanza a segunda fase de ganadores y por ello ha de ser “un día histórico para el baloncesto de Venezuela”, tal y como destacó el coach Fernando Duró en declaraciones post partido.
“Esta es la victoria más importante… Toda mi gente en Venezuela tiene que disfrutar este triunfo, esto es por ellos, para que nos sigan apoyando. Los amo mucho”, añadió Gregory, tratando de contener las lágrimas.
Hoy más que nunca está viva la esperanza de asistir a la cita olímpica, un sueño que no le es ajeno a esta selección pues ya lo consiguieron en 2015 con el Preolímpico de México, en el que evocaron a los siempre recordados «Héroes de Portland» de 1992.
Una vez más este combinado, que ha tenido que lidiar con varias reestructuraciones dentro de la federación e incluso se ha visto afectada por la inconsistencia de la liga nacional, consigue regalarle buenas nuevas a sus compatriotas e invita a seguir creyendo en el talento venezolano.
Hoy por hoy son la cara de un deporte que se está reinventando a pesar de la crisis que aqueja a Venezuela. Apuestan por la masificación de su disciplina, que en la última década se ha convertido en la más exitosa del país y, ahora mismo, tiene a todos soñando con la clasificación a los Juegos Olímpicos por segundo ciclo consecutivo.
(FOTOS: FIBA / FVB)
