Por Gustavo Benítez – gustavobenitez2003@yahoo.com
Ciudad del Este, Paraguay, 29 de agosto de 2016.- Terminó la fiebre de los Juegos Olímpicos y la atención se centra en otros asuntos. Cuando lleguen los de Japón 2020 volverán los análisis sobre las chances de alcanzar alguna medalla histórica para Paraguay.
Soñar nada cuesta y lo demostró Derlis Ayala, atleta de Ciudad del Este, que a puro pulmón clasificó a Río 2016. Aún así, para la Secretaría Nacional de Deporte (SND) no figura como atleta de élite. Luego de plaguearse vía red social, hubo reacción y apoyo parche, como es habitual.
Mientras los organismos responsables del deporte sigan con donación de dos pelotas y algunos chalecos, los sueños de alcanzar medallas continuarán siendo sueños, salvo que aparezca algún extraordinario talentoso, que rompa las reglas.
El deporte nacional necesita una política clara y con visión de futuro. Precisa infraestructura adecuada, profesionales idóneos, altamente capacitados, serios, responsables y honestos, que sueñen con la misma intensidad que sus atletas. Y esa visión debe ser holistica, no ver solo el fútbol.
La SND recibe anualmente unos 10 millones de dólares, monto que se deduce de los impuestos al alcohol y tabaco. En qué se invierte dicha suma? ¿Qué hace la Itaipu Binacional por el deporte? Cuánto le costará la construcción de una pista olímpica? Los dirigentes de las federaciones y asociaciones gestionan, hacen lobby, solamente figuran en la nómina de la comisión directiva o están en el cargo para beneficiarse?
El sacrificio que hicieron los atletas paraguayos fue enorme y la participación en Río fue muy meritoria, independiente, a las posiciones que ocuparon.
Es tiempo de mirar con otros ojos el deporte y evitar las «enmiendas». Es momento de reunir a la clase pensante y planificar un Paraguay Deportivo para los próximos 50 años. Y luego empezar un proceso en serio, seleccionar a los valores jóvenes con talento, formarlos, acompañarlos, mimarlos, etc.
Cientos de jóvenes se dedican a la delincuencia o la prostitución porque no tienen escape. El deporte sirve no solamente para pensar en medallas o conquistas, es elemental para formar buenos ciudadanos, que mañana estarán en puestos de decisión y apuesten al desarrollo real de la nación. Las historias de los medallistas en Río son un ejemplo claro que el deporte es el camino correcto para que la juventud diga no a las drogas. Y que a pesar del negro y azaroso pasado puede levantar una medalla y brindar tremenda alegría a su país.
En Paraguay, muchos talentos están en la fosa, resignados. Es posible empezar a trazar el futuro deportivo de nuestro país o tendremos que esperar los próximos Juegos Olímpicos y lamentarnos después?.
(Publicado en el diario Vanguardia, de Ciudad del Este)