La Habana, Cuba, 30 de abril de 2015.- Cerca de treintaicinco grados de temperatura. Humedad por encima del sesenta por ciento. Once personas agotadas bajan calle G en busca de un pedacito de tierra dura y seca que sirviera si acaso para patear una pelota desinflada.
Por Mario Herrera (Cuba) – mario.herrera@icrt.cu
Nueve hombres. Dos mujeres.
Equipos multinacionales, latinos, mezclados y desarmados quizás de las rivalidades habituales. Llamémosles “A” y “B”. Seis jugadores al A: dos uruguayos, un boliviano, un nicaragüense, otro de Colombia y una chilena.
El B: un chileno, un argentino, dos cubanos y Gabriela.
Se jugó balompié o fútbol según quien tuviese la pelota. Al final una foto y dos tobillos torcidos.