Pedro Garcia  Garozzo – corporaciondeportivafenix@gmail.com 

ASUNCIÓN, Paraguay, 30 de noviembre de 2018.- Colombia vivió otra singular fiesta del futbol sala a nivel mundial, en este caso en la categoría formativa U20.

El certamen que contó con los doce mejores seleccionados de la categoría en todo el orbe, representando a los cinco continentes, fue ganado brillantemente por la selección paraguaya, que superó en la final a Argentina por 3 a 2 en alargue, tras igualdad en tiempo normal en dos tantos.

El conjunto guaraní se repuso de un traspié en la fase de grupos, etapa en la que goleó 8-0 a Italia y 20-0 a Estados Unidos y cayó 2-4 ante Brasil.

Al ser segundo en su serie le tocó enfrentar en la fase 2, conocida igualmente como ronda de la muerte o «mata-mata», nada menos que a la anfitriona, Colombia, que había ganado al galope su grupo con sendas goleadas de 22-0 ante India, 10-0 frente a Australia y 4-1 contra Sudáfrica.

En tal crucial instancia de cuartos de final, Paraguay sacó a relucir toda su mística y capacidad de recuperación y terminó provocando un verdadero campanazo en el certamen, al dejar al dueño de casa fuera de las etapas más importantes de su fiesta mundial, al batir a Colombia por 3 a 2.

En el cruce semifinal dejó afuera al campeón europeo, Cataluña por 5 a 1 y en la gran final, se impuso a Argentina en viraje, tras ir inicialmente en desventaja 0-2, consiguiendo primero un empate de dos iguales en tiempo normal y triunfando con un gol más, por 3 a 2 en la prórroga. 

RICOS ANTECEDENTES 

Paraguay llegó nuevamente a un título en el deporte estrella de este país, que ha sido la disciplina más laureada a lo largo de la historia a nivel internacional. Pudo otra vez imponerse a Colombia, a la que no había conseguido doblegar en los últimos siete años, habiendo perdido y por abultado margen las dos últimas finales a nivel de mayores en Bogotá en 2011 y en Bielorrusia en 2015.

Volvió a ganar un mundial, el primero en una categoría formativa, después de once años de haber conseguido su tercera diadema absoluta en Mendoza 2017, cuando alcanzó el «tri» que arrancó en Melbourne, Australia 1988 y tuvo su segundo eslabón en Asunción, Paraguay, en 2003.

A estas grandes hazañas, hay que añadir la que fue el gran antecedente histórico de tantos sucesos: la conquista inter-continental de 1980, ante una poderosa selección brasileña que nunca habia perdido en su casa y sucumbió ante Paraguay 2-3 en la final de Belo Horizonte.

En Valledupar se logró el titulo que le faltaba a un tan laureado deporte que supo conseguir cetros mundiales, panamericanos, sudamericanos y a nivel de clubes.

No habíamos podido en el nivel C17 coronar una campaña con un titulo mundial, incluso en esta misma categoría, el campeonato nos había sido esquivo cuando hace cuatro años perdimos la final contra Argentina en Concepción, Chile.

El futbol de salón que es igualmente el deporte de mayor difusión en el país después del futbol, se puede decir que ya nació grande en la escena internacional, pues en 1965 en el historico Comuneros ganó el primer juego internacional oficial en el primer sudamericano (17 a 0 a la Argentina) y logró el título de aquella primera justa continental.

Asunción entonces fue cuna de la Confederación Sudamericana de Futbol de Salón y hoy es sede de la Asociación Mundial, que tiene como presidente al paraguayo Rolando Alarcón Rios.

La impecable organización del mundial de Valledupar, recientemente culminado, fue otra palpable demostración de la capacidad de organización y realización del salonismo a nivel internacional.

El estadio Julio Monsalvo (uno de los mas modernos en su genero de este continente y único en América del Sur con techo corredizo) fue teatro de grandes espectáculos y de multitudinarios aforos. En la noche de su eliminación, Colombia dio una muestra extraordinaria de hidalguía y deportividad. El publico de pié despidió con aplausos a su eliminada selección y con respeto premió a sus vencedores, en un clima de fraternal fiesta que coronó con pleno éxito la gran organización.