He visto y vivido muchas ceremonias olímpicas, algunas innovadoras, divertidas. Aquí mismo en Francia en 1992, la inauguración de los Juegos de Invierno de Albertville presentó la novedad de las estructuras móviles y la coreografía, que fue una ceremonia de absoluta vanguardia en el mundo olímpico.
EL DESAFÍO Aquí en París comenzó el nuevo gran desafío y también un nuevo formato para los últimos kilómetros del relevo de la antorcha. La carrera fue prácticamente abolida, tal vez para evitar infartos después de 50 metros, pero portadores de antorchas en lanchas a motor y luego pasarelas también frente a iglesias importantes con la participación de actores y cantantes.
MANO EN EL BOLSILLO Por ejemplo, en un momento determinado en uno de estos, apareció la bella actriz Laetizia Casta, le dieron una antorcha. Caminó lentamente hacia la entrada de la iglesia y luego las imágenes subieron a una terraza en el tejado, donde mágicamente la llama fue a parar a manos del cantante Pharell Williams, con bermudas blancas, como un atleta, que la cogió con aire ausente y una mano en el bolsillo. Parecía distante, o muy emocionado. Dio tres pasos lentos, luego unos serviciales asistentes le quitaron la llama de la antorcha, la guardaron a buen recaudo en una lámpara, y él bajó con la antorcha apagada y la guardó en un gran y elegante estuche, acompañado por Laetizia. El significado de esta imagen se nos escapó, o tal vez estábamos distraídos.
MEDIOS Y PERSONAS EMPAPADAS La lluvia creó algunas dificultades, pero la magia no sufrió mucho. Los periodistas en las gradas estaban empapados, pero incluso algunos miembros de alto rango del COI se encontraron en la misma condición, por lo que hubo una igualdad de trato involuntaria. Sin embargo, un mínimo de atención para la prensa hubiera sido necesario. Trabajar con computadoras bajo la lluvia no es posible, incluso el más ingenuo de los organizadores lo sabe. Los colegas se refugiaron bajo láminas de plástico transparente dignas de una fiesta de pueblo… Por supuesto, los medios de comunicación no reciben mucha consideración, pero tratarlos de esta manera también es injusto e inaceptable. Debería haberse estudiado un techo…
EL PEQUEÑO PRECEDENTE El desfile en el Sena nos recordó una ceremonia a menor escala, pero sobre el agua en Hong Kong para los Juegos del Sur de Asia. La elección parisina fue considerada loca, pretenciosa y más, pero creemos que hicieron bien en asumir un riesgo calculado. Han fijado un momento histórico, que permanecerá en la mente de la gente como único. Algunos deportistas y directivos tendrán que tomar aspirinas, pero unas cuantas emociones no borrarán la emoción de estar en la historia olímpica. ¿Dicen que es poco? No, seguimos siendo seres humanos con sentimientos, al menos eso esperamos. Lógicamente no faltarán las críticas, las nuestras en primer lugar, se hablará de los altos costes financieros. Es normal, pero todo el mundo habla de ello y seguirá hablando de ello y ese era el objetivo final. Quizá estemos exagerando, pero el deporte ha demostrado que todavía es capaz de alcanzar metas que parecen imposibles. Por eso a los organizadores: ¡chapeau! Aunque con algunas reservas humanas.