Lucas Biglia nació el 30 de enero de 1986. Es hijo de Miguel Ángel Pego Biglia y Estela Siri. Tiene cuatro hermanos: Cristian, Karina, Jonathan y Blas. Está casado con Cecilia Ambrosio (27 años) y tienen una hija: Allegra (3). Y a la hora de hablar de su familia no olvida mencionar a su abuela materna Otilia Brovelli: «Le decimos Chela y la quiero un montón, le debo mucho no solo yo, la familia también».
Sus inicios como jugador
Lucas Biglia comenzó a jugar en el gimnasio del club Quilmes a los 4 años, donde su director técnico era Roberto Pocho Gómez. A los 9 se incorporó a Estudiantes, donde tuvo como técnicos a Gastón Pietragallo, Julián Insaurgarat y por último a su papá «Pego» Biglia. Estudiantes intervenía en los campeonatos organizados por AMFI (Asociación Mercedina del Fútbol Infantil) y la liga Argentina, torneos paralelos organizados por AFA.
De los técnicos que tuvo en el fútbol infantil de Mercedes, Biglia recuerda: «El primer maestro que yo tuve fue más que un docente y me refiero a Pocho (Gómez) en Quilmes y después una persona que me enseñó un montón también y que trabajaba muy similar a mi papá fue Julián Insarurgaratía».
Lucas Biglia mostró sus condiciones desde muy chico, era un jugador diferente, sobresalía. Jugaba de volante central pero el equipo que él integraba tenía un plus porque corría toda la cancha y con su capacidad para ir bien arriba marcaba la diferencia en las dos áreas. Otra de las características de Lucas era que a pesar de su corta edad entendía el juego, se ubicaba bien, recuperaba y tocaba la pelota al compañero mejor ubicado y con el paso del tiempo en esa lectura influyó su papá que también fue un destacado jugador de Mercedes y la zona y luego exitoso técnico de fútbol infantil. Aconsejó bien a Lucas no solo en lo deportivo sino también en el camino a recorrer en la vida.
Cuando su papá formó la filial de Argentinos Juniors en Mercedes, Lucas ingresó como jugador. A los 10 inició su carrera en AFA ingresando al club de la paternal y a las 12 fue parte de una gira a Italia. [UTF-8?]“Cuando ingreso a Argentinos hago las inferiores y a los 17 debuto en primera división cuando Argentinos estaba en el Nacional B, el técnico era Checho Batista. Ascendemos ese año, pero Checho estuvo pocos partidos, lo despiden y viene Chiche Sosa, con él no jugué. Estuve 6 meses más y me fui a préstamo a Independiente, donde estuve un año y medio y de ahí con 20 años me fui a Anderlecht de Bélgica», cuenta el jugador.
Lucas sobre sus primeros pasos juveniles en el fútbol dice: «A mi gracias a Dios me tocó en una escuela de fútbol que fue Argentinos Juniors que se dedicaba a formar volantes centrales que recuperaban y distribuían el juego dándole buen destino a la pelota y ese es mi juego. Antes hacía goles de penales y tiros libres pero ahora no hago muchos, estoy más para recuperar y distribuir. Por ahí hago algún gol pero porque llegó tocando con algún compañero que lo habilito y voy a buscar la descarga».
En Independiente tuvo como técnicos a César Luis Menotti, Pepe Santoro y Julio César Falcioni. Con respecto a quienes fueron sus mejores entrenadores dice: «Tocalli, Pekerman; y Menotti para mi es lo más grande que me pudo tocar en el fútbol, también Batista y Falcioni. Yo a Falcioni le debo mucho, él llegó a Independiente, se sentó un día frente a mí, habló mano a mano y me dijo que si yo andaba bien la Nº 5 de Independiente iba a ser para mí y que si yo demostraba el nivel que él conocía de mí, el ser titular dependía de mí y no de él ni de los jugadores que vinieran».
Con la celeste y blanca
Lucas integró durante varios años los seleccionados juveniles Argentinos. Fue parte del Sub 15 que dirigía Miguel Angel Tojo y con el Sub 17 con Hugo Tocalli como entrenador ganaron el Sudamericano de Bolivia, donde el mercedino fue considerado y premiado como el mejor jugador del torneo. También estuvo en el Sub 20 en Colombia en el que consiguieron el tercer puesto, clasificando para el mundial de Holanda donde lograron el título teniendo como técnico a Pancho Ferraro. También integró la selección mayor en la etapa de Checho Batista. Al respecto expresa: «Fue una etapa muy linda porque me toco estar con grandísimos jugadores reconocidos a nivel mundial y además me tocó estar con un grupo humano muy bueno. Me integraron muy bien, había jugadores jóvenes y más grandes y éstos se acoplaron a los jóvenes y fue un grupo humano unido, lamentablemente las cosas no se dieron como queríamos o como estaba pensado pero me quedó esa imagen de grupo bueno. Actualmente conozco a muchos jugadores que están, con algunos compartí inferiores y con el técnico que está tuve oportunidad de hablar y lo que busca además de buenos jugadores es que sean íntegros como personas para formar un buen grupo humano».
Al interrogarlo sobre qué sensación tuvo de jugar con Messi y otros referentes mundiales, contestó: «Hoy es lo máximo, jugar con el mejor del mundo es lo más grande que le puede pasar a un jugador y sobre todo defendiendo los colores de la selección Argentina que a nivel mundial es una de las potencias».
Sobre la posibilidad de integrar la selección acota: «Sabella hizo que conozca sus pensamientos y lo que espera de mí, su ayudante me contó que me estaban siguiendo y que me lo hacían saber para que me quedara tranquilo y que supiera que Checho y el Tata Brown me recomendaron y Hugo Tocalli también les dio referencia por eso me querían conocer y saber cómo era mi vida en Bélgica y el fútbol de allá, y me manifestaron que ellos preferirían verme en una liga de más nivel y con el tiempo es lo que quiero yo también».
Ante la pregunta de lo que le dejó el fútbol contesta: «El fútbol si uno lo sabe aprovechar da muchas cosas, beneficios, contactos y amistades eso depende de como lo tome uno. En Mercedes tengo muchos chicos conocidos con los cuales perdí alguna relación porque me voy y vuelvo una vez por año, con mis compañeros de Capital pasa lo mismo, a veces hay algún mensaje o llamado, pero se pierde el día a día, un asado, el ir a jugar un partidito con amigos, pero siempre se siguen haciendo relaciones nuevas de acuerdo a la actividad del momento y tuve muchas cosas lindas en el fútbol como jugar contra equipos como el Real Madrid, Milan, salir campeón mundial sub 20, debutar en la selección mayor, son cosas muy lindas, en el día a día se viven cosas diferentes».
Ciudad y país
Al interrogarlo sobre si extraña a su ciudad Biglia responde: «Yo tengo mis vacaciones y mis vacaciones son en Mercedes. A pesar de que nosotros vivimos de invierno en invierno porque cuando venimos acá es invierno y en diciembre cuando puedo salir de vacaciones en Bélgica es invierno y a veces tenemos diferentes opiniones con mi señora porque cuando tengo vacaciones aunque sea invierno yo quiero venir a Mercedes. En Mercedes encuentro la paz, me siento bien, tengo a mi mamá y mis hermanos y algunos amigos que estando acá mantengo relación día a día, voy a jugar al tenis, juego al fútbol, como asados, la paso bien».
De cómo está ahora en Bélgica añade: «Me costó un poco aprender el idioma, pero estamos adaptados y muy bien, la gente nos atiende bárbaro, estoy bien pero a Argentina lo extraño porque se viven a la distancia muchas cosas, a veces se sufre porque veo muchas cosas en el país que no me gustaría ver; porque es Argentina de donde es uno, pero ni bien tengo un tiempito libre me vengo».
En ese recorrido nostálgico no olvida a su familia: «Mi familia siempre estuvo en todo respaldándome hasta hoy. En su momento cuando arranqué en Argentinos Juniors, el esfuerzo de mi papá y mi mamá era grande, porque yo no tenía representante y los gastos eran grandes, me bancaron hasta que las cosas me empezaron a salir medianamente bien y en mi casa siempre se priorizó el colegio, hasta que arranqué con la selección y empecé a estar en el plantel de primera división y con el estudio se me complicó, entonces me senté a hablar con papá. Me dijo que tenía que definirme, si quería estudiar, que él me iba a apoyar pero que si seguía con el fútbol tenía por delante un camino que era muy angostito en el cual se me iba a cruzar mucha gente, de las cuales muchas iban a ser para mal y pocas serían para bien pero que tenía que estar muy seguro de lo que iba a ser y si estaba dispuesto a ir por ese camino tan chiquito él me iba a apoyar, pero de no seguir ese camino me aconsejó que estudiara, que el estudio también me permitiría armar un futuro y a él lo iba a encontrar al lado mío para respaldarme», recuerda Lucas visiblemente emocionado al hablar de su padre.
Miguel «Pego» Biglia, su papá, fue siempre un sostén para Lucas, lo disfrutó mucho y Pego también pudo verlo en el seleccionado Argentino juvenil y en los distintos equipos por los que transitó Lucas hasta llegar a Anderlecht de Bélgica. El rol que Pego Biglia, cumplió como padre fue muy importante siendo un guía permanente de su hijo, llevándolo por el mejor camino. Sin dudas siempre está presente el sello progenitor en cada logro de Lucas.
Lucas Biglia es un virtuoso jugando al fútbol, reconocido a nivel internacional, pero lo más importante para los mercedinos es que cuando lo vemos en la actualidad en la ciudad, notamos que no se olvida de sus orígenes, sigue sintiendo a la ciudad, es un mercedino más, el mismo Lucas que conocimos de chico caminando las calles de la ciudad o jugando en una cancha de fútbol infantil.
Reconocimiento de FAPED
La Federación Argentina de Periodistas deportivos realizará en el mes de octubre en la ciudad de Mercedes su congreso anual. En el mismo se le da una distinción a un deportista local por su relevancia a nivel nacional e internacional, además de por su actuación deportiva es por ser ejemplo de vida. En este caso el elegido para esa distinción ser reconocido es Lucas Biglia.
Al mencionarle el tema Biglia expresa: «Quiero agradecer el premio que me van a dar, les agradezco que me tengan presente, uno lo que hace no es solamente para uno, en el caso mío trato de hacerlo para dejar bien a la ciudad, me siento muy orgulloso de ser mercedino y siempre que pueda voy a colaborar con la ciudad como lo hice con partidos a beneficio. En lo que sea para bien de la ciudad siempre voy a estar presente .
¿Futuro merengue?
Al hablar de la posibilidad de incorporarse al Real Madrid u otro club, Lucas explica: «Se está hablando pero depende de los clubes, si pueden vender para poder comprar o dejar una plaza para el jugador que ellos tienen pensado, es cuestión de esperar. Están hablando con mi representante, también se habla de Fiorentina pero además yo tengo una rescisión de contrato alta, la intención mía es irme el club lo sabe pero esperaré».