Un clima caluroso nos recibió en La Habana, Cuba, sede del Postgrado en Periodismo Deportivo, que se inició este martes (2 de abril).
Por Gustavo Benítez – deportescdepy@gmail.com
Apenas arribamos a la residencia El Costillar del Rocinante cayó un aguacero que acrecentó más la temperatura, que para los cubanos se hace casi “insoportable”.
Dieciocho periodistas de diferentes países americanos toman parte del curso, que se hizo habitual en los últimos tiempos, merced a la buena visión de la Asociación Internacional de Periodistas Deportivos (AIPS América) que preside el paraguayo Gabriel Cazenave, en convenio con el Instituto Internacional José Martí.
Rebeca Cabrales Delvalle nos recibió gentilmente y nos orientó, respecto a los detalles que guardan relación con el curso, que será muy intenso, según aseguró. En caso que haya días libres, los visitantes podrán visitar lugares históricos y representativos de la capital cubana.
Algunos alumnos propusieron visitar la ciudad de Varadero, distanciada a unos 200 kilómetros de La Habana, para conocer una de las mejores playas de la isla.
Casonas antiguas hay muchas por aquí, inclusive, nuestro sitio de alojamiento es una de ellas, que tienen aspectos muy llamativos y rústicos, propios de las casas cubanas. Aquí la policía es muy amable y respetuosa, inspiran confianza, no como en Ciudad del Este (Paraguay), por ejemplo.
Los automóviles antiguos llaman la atención y marcan la diferencia en las rutas de La Habana. Según los pobladores, es característico observar vehículos de los años 40 y 50. También generan atención de los visitantes enormes carteles en la vera de la autopista que rezan frases que resaltan la lucha, la victoria, la igualdad, la libertad, vida o muerte, algunas con imágenes del Che Guevara.
Las palabras suenan en imperativo aquí, “tu venga para ca”, “espérate un ratico”, “sal para lla” son frecuentes en el lenguaje cubano, pero su gente es muy cortés y humilde. Pero también existen los avivados, especialmente cuando de cambio de monedas se trata.
El primer menú estuvo genial en el Costillar del Rocinante: una entrada, pan sobado con manteca, frijoles con arroz (el popular jopará paraguayo), con ensalada de repollo y tomate, acompañado de una porción de fiambre cubano, uff!!, estuvo delicioso. Ah, y abundante jugo de piña, con postre dulce de guayaba.
El vuelo de Panamá a la capital cubana estuvo sencillamente espectacular, y el aterrizaje fue perfecto, que prácticamente no se sintió. Los pasajeros celebraron la maniobra con aplausos, unos brasileños que estaban en el fondo gritaron, Esse é filho de Deus (ese es hijo de Dios).
Los periodistas, apenas nos encontramos y saltó al tapete Paraguay en las eliminatorias. La carga tuvimos que aguantar como podíamos, porque no hay argumentos para rebatir la pésima situación paraguaya en el selectivo para Brasil 2014. Para todos, la Albirroja hace rato está fuera del Mundial.
Un boliviano dijo, nosotros ya estamos acostumbrados a no estar en las Copas del Mundo, de qué tanto se quejan ustedes, preguntó.
Bueno, les dejo por aquí, en las próximas horas haremos otra entrega de nuestra estadía en la tierra de Fidel Castro.