Por Ernesto Ortiz Gómez, Presidente CDPU

El conjunto de Curitiba completo en la tarde del sábado 20 en Montevideo un ciclo internacional exitoso coronándose por 2ª vez en su historia y en tres años, como campeón de la Copa Sudamericana, venciendo 1 a 0 a Red Bull Bragantino de San Pablo.

El Estadio Centenario

Se presentó absolutamente remodelado, con instalaciones nuevas en muchos de sus sectores principales, palcos, zona de hospitalidad, vestuarios y zona de prensa. Una rápida y efectiva obra de reconversión para adaptarlo a las exigencias de nivel mundial, permitieron apreciar un escenario acorde a la importancia de los eventos programados. Como condimento esencial, y prioritario, el campo de juego. Con césped natural, se hizo a nuevo y quedó a la vista impactante y en el comentario de los protagonistas de alto nivel.

Todo fue rondando la excelencia faltaba el juego en acción. 

La final

Paranaense era más conocido por la afición local, debido a que en semifinales eliminó a Peñarol de la Sudamericana. En tanto Red Bull Bragantino, es un equipo prácticamente desconocido en el ámbito internacional y de nivel medio bajo. De ahí la expectativa que presentaba su presencia en una final continental.

Empezó algo mejor el equipo de San Pablo pero a medida que avanzaron los minutos, el Paranaense se acomodó, controló el medio y en una llegada sobre los 30 minutos, con una acción que tuvo como protagonista al arquero de Bragantino, que rechazó un remate, la pelota derivó a Nikao que con una contorsión física, logró golpear el balón y meterlo hacia la derecha del arquero Cleiton y decretar el 1 a 0, que a la postre sería el definitivo para alzar la Copa.

La segunda mitad transcurrió con Bragantino intentando por todos lados igualar, Paranaense defendiendo y haciendo intentos por lanzar ofensivas rápidas que le permitieran cerrar el juego. Así se llegó a los 6 minutos de tiempo agregado con máxima tensión uno atacando y otro defendiendo agarrado de su mínima ventaja. El silbato final significó la explosión de los 15mil fans de Paranaense que llegaron a Montevideo.

Cierre y telón

Con la ceremonia tradicional de premiación y el retorno – por lo menos en estas instancias internacionales en Uruguay de pandemia -, a las conferencias de prensa presenciales y la zona mixta para contacto con los protagonistas, en número limitado de acreditados, pero dejando la posibilidad de una participación con asistencia física, finalizó una jornada a pleno sol y gran clima de primavera.  

Poca gente

A la final le faltó público, por la escasa popularidad de los equipos. Los fans locales no tomaron la opción de estar presentes debido al alto costo de los tickets de ingreso y además, que los rivales no resultaban atractivos. 

Para la organización fue una puesta en escena que se evaluará, previo a la gran final de la Libertadores entre Flamengo y Palmeiras del sábado 27. Ahí sí, se prevé estadio con capacidad colmada.

Un apunte más, no percibimos que estuviera previsto recibir periodistas con discapacidad. La zona de acceso de medios no es accesible y no vimos espacios para personas que ejercen la profesión y tienen esa condición. No aparece como algo que haya sido visibilizado por la organización.