Por Jocelyn Dominguez -jocelyn.dominguez@live.com
Buenos Aires, Argentina, 21 de setiembre de 2015.- De principio a fin, la sensación de compañerismo, superación y competencia sana se manifestó en los Juegos Olímpicos Mundiales Especiales, que se llevaron a cabo este año en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
El telón se levantó y en Los Ángeles se posicionó la meca del deporte mundial. Las ganas de ver a los atletas fueron más grandes que el mismísimo cartel de Hollywood, hasta los ciudadanos angelinos mientras veían los micros que trasladaban a los deportistas agitaban sus manos y sus en sus rostros reinaba una sonrisa inmensa, como de dibujito animado.
En el Memorial Coliseum se llevó a cabo una fiesta inaugural que hizo hablar al mundo. Un video mostró al actual presidente estadounidense Barack Obama diciendo palabras alusivas. «Cuando nosotros vemos limitaciones, ustedes ven oportunidades», elogió Obama dejando grabado en los oídos de todos los presentes el verdadero motivo de los Juegos. La llama olímpica que se encendió abrazó la mirada de más de 7.500 de atletas, que durante los Juegos Olímpicos participaron en 25 disciplinas. Ese fue el primer ladrillo, y el fuego sagrado de la competencia impulsó las ganas de mostrar las habilidades de todos los valientes atletas frente al mundo entero.
En un ecosistema donde se respiraron valores constantemente, no hubo ganadores ni perdedores. Desde la primera hasta la última jornada siempre se apreciaron saltos en equipo, donde en círculos y envueltos en abrazos los sentimientos se palparon. No se basó en distinguir a quien pisó el escalón más alto. Fue mucho más que una medalla y un beso. Los estadios fueron escenario de historias, anécdotas y emociones. Banderas de las familias, solidaridad en cada esquina y un clima espectacular inundaron las calles.
No hubo fronteras que separen. Cada acción era motivo para encontrar un punto en común. Desde las comidas típicas de cada país, léxico, expresiones, costumbres y bailes. El centro de gravedad giró en torno a la inclusión y amistad que rompió la fría barrera del prejuicio.
Sobre eso habló Luís Rodríguez, un atleta de Costa Rica, quien con una figurita del futbolista argentino Lionel Messi, que él mismo reconoció «utilizar como amuleto de la buena suerte», confesó: «Me gusta ver jugar a Messi. Sus partidos con el Barcelona o en la Selección Argentina no me los pierdo». Y a la par de los valores que se sintieron en los Juegos Olímpicos Mundiales Especiales, Rodríguez acotó: «El resultado es algo pasajero, pero la amistad no, participar acá es algo inolvidable». Además su madre Laura, autoproclamada «la primera fan» de Luis Rodríguez y quien le guardaba la figurita plastificada de Messi, destacó: «El deporte es igualdad y todos pueden hacerlo sin importar los impedimentos que tengan. La inclusión y la aceptación son fundamentales en estos momentos».
También el coordinador de la delegación de Venezuela, Wilman Marín, se expresó y dijo respecto a las sensaciones que transmiten los juegos: «Es una experiencia muy gratificante porque los atletas le transmiten felicidad a todos. En estos tiempos se siente poco con el corazón y el alma, pero en estos juegos la integración es muy importante».
La última página de esta travesía entregó una postal llena de emociones.
En el acto de cierre, donde se observaron shows, aplausos y abrazos, ese medio de comunicación que no necesita ser hablado ni expresado con palabras. El mensaje fue claro a lo largo de toda la competencia, el mensaje de todos los atletas, entrenadores y familiares es simple y único como el corazón. Estos desafíos demuestran que el deporte inspira, une y da seguridad a cada atleta sobre sus propias habilidades, ayudando a derribar mitos sobre la discapacidad intelectual. Ellos mostrando su destreza y sintiéndose exitosos a través del deporte logran mejorar su autoestima y su salud pudiendo así convertirse en un modelo a seguir y enseñándonos a vivir teniendo como premisa el esfuerzo y la pureza.
La vida de todos por un instante en Los Ángeles consistió en inspirar deporte y exhalar amor.
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ENGLISH:
Olympic engine was the heart – World Special Olympic Games Los Angeles 2015: Celebration of diversity
By Jocelyn Dominguez -jocelyn.dominguez@live.com
Buenos Aires, Argentina, September 21, 2015.- From beginning to end, the sense of camaraderie, achievement and healthy competition manifested in the Special Olympics World Games, which were held this year in the US city of Los Angeles.
The curtain rose and Los Angeles the Mecca of world sport was positioned. The desire
to see the athletes were larger than himself Hollywood sign to the Angelenos citizens while watching the buses that ferried the athletes waved their hands and their faces a huge smile reigned as lively little picture. At Memorial Coliseum it was held an inaugural party did speak to the world. A video showed the current US President Barack Obama saying allusive words. «When we see limitations, you see opportunities,» he praised Obama leaving recorded in the ears of all present the real reason for the Games. The Olympic flame was lit embraced the eyes of over 7,500 athletes during the Olympics participated in 25 disciplines. That was the first brick, and the sacred fire of competition drove the desire to showcase the skills of all athletes brave face to the world.
In an ecosystem where values are breathed constantly, there were no winners or losers. From the first to the last day always jumping team were appreciated, where in circles and wrapped in hugs feelings were palpated. It was not based on distinguishing who stepped on the top step. It was much more than a medal and a kiss. The stages were the scene of stories, anecdotes and emotions. Flags of families, solidarity in every corner and gorgeous weather flooded the streets.
There were no boundaries separating. Every action was reason to find some common ground.
Since each country typical meals, vocabulary, expressions, customs and dances. The center of gravity focused on inclusion and friendship that broke the barrier of prejudice cold. About that spoke Luis Rodriguez, an athlete from Costa Rica, who with a figurine of the Argentine footballer Lionel Messi, which he acknowledged «used as a good luck charm,» he confessed: «I like watching Messi play. His appearances for Barcelona or Selection Argentina I do not lose. » And at the same values that were felt in the Special Olympics World Rodriguez he said: «The result is temporary, but friendship does not participate here is unforgettable.» Besides his mother Laura, self-proclaimed «first fan» of Luis Rodriguez and kept the plasticized who would figurine Messi, he stressed: «Sport is equal and everyone can do it regardless impediments they have. Inclusion and acceptance are critical right now».
Also the coordinator of the delegation of Venezuela, Wilman Marin, was expressed and said of the feelings conveyed by the game: «It’s a very rewarding experience because athletes will transmit happiness to all. In these times it feels some with heart and soul, but in these games integration is very important. «The last page of this journey gave a card full of emotions. In the closing ceremony, where shows, applause and hugs, the media need not be expressed in words spoken or were observed. The message was clear throughout the entire competition, the message of all athletes, coaches and family is simple and unique as the heart. These challenges show that sport inspires, unites and gives security to every athlete on their own skills, helping to break down myths about intellectual disabilities. They show their skill and feeling successful through sport are able to improve their self-esteem and their health may well become a role model and teaching us to live with the premise effort and purity. Everyone’s life for a moment in Los Angeles was to inspire love sport and exhale.