Pedro Garcia Garozzo
corporaciondeportivafenix@gmail.com
El 25 de julio de 2022, el día en que el deporte paraguayo conmemora los 120 años del decano el futbol, el club Olimpia, el país ha sido impactado por el fallecimiento de quien ha sido todo un estandarte de los medios de comunicación, en especial la radio: Humberto León Rubín.
Fue un verdadero prócer del periodismo nacional, en todas sus áreas, principalmente desde su ZP14 Radio Ñandutí, que fundó y dirigió hasta sus últimos días, ejercitando una encomiable labor que ayudó a la difusión de la cultura, el arte, el deporte y el palpitar social y político de nuestro país.
Ni la dictadura en los tiempos más duros consiguió acallar su mensaje constante e intenso cuando su voz desapareció del éter pero con una resiliencia increible, continuó su gestión en un medio escrito (“Tiempo 14”) y en diversos conductos de comunicación nacionales y del exterior.
Su labor fue reconocida y valorada en todas las latitudes y en los diferentes ámbitos.
Fue formador de varias generaciones de comunicadores. Jamás olvidaré que entre tantos que guió en sus carreras periodisticas, estuvo a mi lado y me brindó su cálido respaldo y orientación en mi nerviosa y precoz primera incursión ante las cámaras de la entonces flamante estación de televisión Canal 9, en un segmento deportivo del programa que impulsaba la revista “Farolito” bajo su sabia conducción.
En el mundo deportivo, su afición por los colores de Guaraní era abierta y apasionada. El deporte no estuvo ajeno a su poderoso medio radial y formó parte de Ñanduti con diversos relatores, incluido su hermano Arturo (hoy en Monumental).
En el momento de máximo apogeo de dos grandes exponentes del quehacer periodístico, logró lo que parecía una quimera inalcanzable: lo trajo de Radio Nacional a Ovidio Javier Talavera y de Cáritas a Julio Del Puerto, conformando la que en ese momento fue la más impactante dupla en relatos y comentarios de futbol.
A Corporación Deportiva Fénix demostró en más de una oportunidad su simpatía, aprecio y solidaridad, como cuando la organización quedó sin emisora al cerrarse Radio Teleco y ofreció sus espacios en Ñandutí, sin costo alguno, hasta que pudiera asentarse en otro punto del dial.
Ya en la era del Holding de Radio, evolución de la singular ZP14, que expandió a otras varias emisoras, nos permitió asimismo por la Rock and Pop emitir en directo algunos importantes eventos del área polideportiva en nuestro país e incluso desde el exterior, como el mundial de futbol de salón 2000 desde Bolivia.
Eran frecuentes sus contactos con nuestro grupo para pedirnos que abordemos algún tema específico no futbolístico especialmente y siempre recordaba con prodigiosa memoria, el número telefónico que aprendió a memorizar desde los tiempos de su gran amigo y pionero Pedro Garcia Arias, cuando solo tenían cuatro dígitos: 7184.
Hay sobradas razones para que con dolor tengamos que adherirnos al duelo que representa esta tan sensible pérdida y exponer nuestra eterna gratitud por su franca y desinteresada amistad.
Que en paz descanses, querido Humberto.