Por Vicente Dattoli – vicentedattoli@hotmail.com

RIO DE JANEIRO, 16 de agosto de 2016.- El domingo por la noche, la víctima fue el estadounidense Justin Gatlin. Principal rival de Usain Bolt, de Jamaica, en los 100 m., los abucheos fueron intensos cuando se anunció su nombre. Todo porque Bolt cayó en  gracia a los aficionados brasileños, que animan en cualquier deporte olímpico, como si estuvieran en un estadio de fútbol. Lunes por la noche, aunque el público era mucho más reducido, fue turno del francés Renaud Lavillenie ser el blanco de la multitud en el salto de pértiga. Para empeorar las cosas, Lavillenir compitió directamente con un brasileño por la medalla de oro – que terminó perdiendo.
Enojado, Lavillenie incluso comparó la actitud de los aficionados brasileños a lo que ocurrió con Jesse Owens, en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Después de ver que la analogía no era la mejor, se disculpó y retiró la declaración de las redes sociales. Sin embargo, él continuó las criticas hacia la actitud de los aficionados brasileños. El caso ha merecido la intervención del coordinador de comunicaciones de los Juegos Rio 2016, Mario Andrade e Silva, quien llegó a decir que «el comité organizador rforzará campañas en las redes sociales» para evitar nuevos problemas como ese. Según el Comité Olímpico Internacional, a pesar de la actitud de la multitud, ella no representa el verdadero espíritu deportivo de los Juegos, no hay nada excesivamente deplorable.
Lo que cada uno se olvidó de decir, sin embargo, fue que mientras el joven brasileño Thiago Braz, de 22 años, se preparaba para saltar cuando estaba detrás del saltador francês, Lavillenie mostró una sonrisa irónica para las cámaras que lo apuntaban. Esta actitud sólo aumentó la antipatía de los aficionados (en su mayoría brasileños) a él. De hecho, los dos, Braz y Lavillenie, no hablan desde hace algún tiempo – el francés, incluso, no recibió al brasileño después de la prueba o en la rueda de prensa. Para aumentar el clima de rivalidad, Lavillenie dijo que le dará el cambio en París en ocho años (la capital francesa es candidata para recibir los Juegos de 2024, en una decisión que se tomará en septiembre del próximo año).
Esta no era la primera vez que el comportamiento de los aficionados brasileños provocó comentario. En general, sin embargo, los atletas se mostraron satisfechos con la forma en que los Juegos se están desarrollando, con el público participando intensamente en todos los deportes, incluso en aquellos en los que no es manifestación común de la multitud, como ha ocurrido en el tiro los deportes o la esgrima. Incluso los atletas argentinos, país de gran rivalidad con Brasil, fueron elogiados por los aficionados, al igual que con el tenista Del Potro, que dijo que «nunca se imaginó que los brasileños ‘tocieran’ a su favor», como sucedió en la final de tenis contra los británicos Andy Murray.