(Puerto Rico) – Periodista Joven AIPS América
LIMA, Perú, 30 de julio de 2019.- Son las dos de la tarde en Perú, en el camerino del coliseo Eduardo Dibós, de Lima, se escuchan ruidos. Son llantos del alma. Justamente en la entrada al camerino hay un hombre sentado, cabizbajo. Él llora, tal como lo haría un niño pequeño cuando le arrebatan un bombón de la boca. Se trata de Patricio Chutney, preparador físico de la escuadra de baloncesto 3×3 de Puerto Rico. Su llanto se reproduce dentro del camerino. Los canasteros boricuas: Josué Erazo, Gilberto Clavell, Ángel Matías y Tjader Fernández lloran desconsolados. Estados Unidos le acaba de arrebatar el oro panamericano a Puerto Rico en la final masculina del baloncesto 3×3, al vencerlos 21-19. Fue una guerra épica.
Por “frustración y pena” llora Chuntay. Fungir como preparador físico del equipo 3×3 “es un gran reto, porque es un deporte muy intenso y físico. Además, son múltiples juegos en un mismo día. Los puertorriqueños no somos muy altos, por eso damos ventaja física. Es como David contra Goliat”, sostuvo Chuntay, quien lleva más de 25 años en la profesión. “¡Guau! Representar a Puerto Rico significa patria. Cuando te montas en un avión con la bandera en tu pecho es el orgullo más grande que puede tener un ser humano. A mí me toca velar por la recuperación y condición de los atletas y presentarlos al mejor nivel me llena de mucho orgullo”, finiquitó con mucha emoción.
En Puerto Rico ese sentimiento patrio del que habla Chuntay no se limita a unos pocos. “Yo soy un guerrero, yo voy a todas. Yo saldré de aquí (del torneo 3×3) explota’o o muerto. Pero voy a salir, porque representar a Puerto Rico es lo más grande, más grande que yo, más grande que mis dolores. Yo nunca le diré que no a Puerto Rico”, palabras de Gilberto Clavell durante la ronda preliminar».
“Yo di el todo por el todo. El arbitraje estuvo un poco en contra de nosotros. Las faltas fueron 10-3 a favor de Estados Unidos, aunque ambos equipos nos agarramos y jugamos igual. Pero, son cosas que no podemos controlar”, expresó el capitán de la escuadra boricua, quien no titubeó al mostrar su disgusto por la labor arbitral durante el partido final. “Me escucho sollozo. Me escucho lloroso. Esta pérdida me duele. El oro era nuestro, pero por cosas fuera de nuestro control se nos escapó de las manos”, relató el también integrante de la Selección adulta de baloncesto en estos Juegos.
“Dimos todo en la cancha. Esta plata sabe a oro. Representar a Puerto Rico es un sueño hecho realidad”, señaló Ángel Matías, quien fue el líder ofensivo de los boricuas durante todo el torneo.
Por el momento, los boricuas tendrán que conformarse con la plata panamericana. Pero el desquite podría llegar muy pronto, así lo aseguró Ángel Matías: “El mundo da vuelta, lo mejor que hizo Dios fue un día detrás del otro. Sabemos que muy pronto nos encontraremos nuevamente con Estados Unidos y nos desquitaremos. Te lo aseguro”.
«Este ha sido un gran ciclo, ganamos oro en los Centroamericanos, llegamos en la quinta posición en el Mundial y ahora plata en los Panamericanos. Estamos claro en el próximo objetivo: la clasificación a los Juegos Olímpicos; hacia allá nos dirigimos, aseveró Josué Erazo, el jugador más joven del equipo de Puerto Rico.
A pesar de los logros obtenidos por estos soldados de la patria puertorriqueña, hay quienes colocan en cuestión la seriedad del baloncesto 3×3. Creen que es simplemente un jueguito callejero más. Sin embargo, cada paso que dan, cada triunfo que consiguen, cada medalla que conquistan, estos canasteros unen a toda una nación que cree en ellos y que comienza a creer en el baloncesto 3×3.