Dayana Castillo, capitana de la selección colombiana se convirtieron en una pesadilla para las anfitrionas al anotarles dos goles, y feliz por el triunfo en entrevista no echa las campanas al vuelo, acertadamente asegura, que este es el principio pero que ya demostraron que si pueden, y pide a sus paisanos les sigan apoyando y confiando.

Para la capitán del equipo de Colombia, Dayana Castillo el histórico triunfo 4-0 del sábado de  Colombia sobre Azerbaiyán en la apertura del Mundial Femenil Sub 17 resultó un día de mucha felicidad  muy gratificante ya que fue de gran esfuerzo llegar a Bakú y la alegría inicia con un triunfo sobre la selección anfitriona del que dice  “Esto solo es el principio”.

Por Raúl García Salguero – rbuzos@yahoo.com

Entrevistada al llegar al Hilton Bakú, donde están concentradas las seleccionadas colombianas, Dayana dijo sobre el partido al que aportó 2 de los 4 goles que anotaron sobre Azerbayan: “Ya demostramos que tenemos la capacidad de jugar buen futbol”.

Sonriente,  dijo que fue «impresionante el apoyo de familias que viven acá y nos estuvieron apoyando como soporte  fundamental del equipo”,  pero insistió en que este es solo el principio y que faltan aun dos partidos para conocer  la clasificación del grupo en que buscan avanzar rumbo a la copa.

Mientras los colombianos radicados en Baku observaban en silencio la entrevista, ansiosos de que termine la grabación de la entrevista para continuar con el festejo, la goleadora pide a la  gente de su país que les sigue por televisión que «sigan apoyando porque esto es solo el comienzo, faltan más partidos, Colombia ojala que esté pendiente y confíen en nosotros que queremos llegar muy lejos».

De pocas palabras pero de mucha  capacidad expresiva, en dos minutos que duró la entrevista no dejó de mostrar la alegría y agradecimiento por las familias que les acompañaron en el estadio y las visitan en sus tiempos libre en el hotel, un lujo que pocas selecciones pueden darse.

Apenas termina la entrevista, Dayana continua recibiendo felicitaciones, mientras eso ocurre una colombiana radicada en Bakú se acerca a quien esto escribe, feliz comparte su alegría y me confunde con un paisano, “acabas de llegar no te había visto”. Respondo «no, soy mexicano, pero al igual que ustedes estoy feliz por el triunfo de su bello país de nuestra América».

Sandra Bolivar la feliz colombiana festejando el triunfo de su país, es la cuarta persona de ese país con la que coincido en esta bella ciudad de Bakú. Antes conocí a una matrimonio que viajo  en el mismo avión que me trajo de Inglaterra a Azerbayan, la pareja y su hijo venían de Canadá a apoyar y ver jugar a su hija; y a la señora  Alejandra Macías, radicada en esta urbe quien me asistió con orientaciones de lo que es este bello país y dónde podría comprar ropa porque mi equipaje se atoró en Londres.