Fue una de esas llamadas «Nota bomba», cuando el presidente del Club Pachuca, Jesús Martínez Patiño informó que el nuevo técnico de los Tuzos era Hugo Sánchez,  tembló en todo México, el estallido fue porque el “Pentapichichi» ha sido un glorioso jugador pero lamentablemente también un gran pedante.

Por Raúl García Salguero – rbuzos@yahoo.com

Su personalidad de sobrado, altanero, orgulloso, engreído, ególatra y caprichoso no le empaña su carrera futbolística pero si lo convierte en repelente, y lo digo porque personas cercanas a él y su familia reconocen lo anterior y les cuento: Yo tengo una estimada amiga en Hidalgo, el estado de los Tuzos y al verla en el facebook la salude con un ingenuo «ya tienen con ustedes a Hugo”.

Por un momento pensé que habría algarabía de parte de ella, pero no. También es cierto que otros amigos míos, para acabarla de amolar cronistas deportivos, lo idolatran a más no poder, pero la respuesta de mi estimada  me dejó pensativo.

Textualmente me dijo: «¡Si caray! No estamos muy felices pero en fin».

Otra vez me quede pensando y le dije, «fue un gran jugador aunque también un gran sangrón» y mi intelectual amiga, responde: «nadie se lo quita… pero con sus aires de grandeza».

Dentista y doctor en derecho, Hugo Sánchez es digno de una historia de película. Identificado con Pumas de la UNAM fue a probar suerte a España y triunfó como pocos,  yo lo recuerdo mucho como goleador al igual que Evanivaldo Castro «Cabinho» .

Cierto que los expertos lo han considerado el mejor jugador de la historia de México y ocupa un lugar entre la lista de los 100 mejores de la FIFA y es uno de  los 50 Mejores Jugadores del Siglo XX,  que lo hacen muy querido, lo confirmé en noviembre pasado.

En ese mes acudí a la  primera entronización del Salón de la Fama del Futbol Mundial y fue uno de los que se robó el show, me tocó estar a unos metros de él, de su esposa y sus hijos, era de los más solicitados para la foto y para el autógrafo.

Firmaba y firmaba hasta que  tuvo que parar de otorgar autógrafos para poder tomar sus alimentos y un poco después en la gran ceremonia fue el más ovacionado.

Las maromeras, los goles de chilena  fueron un espectáculo extraordinario. El la describió en algún momento explicando: «Mi remate preferido era de espaldas a la portería y con las piernas al aire, y así logré muchos goles».

Un pedante es un engreído, que hace alarde inoportuno de sus conocimientos y eso fue lo que le reprochan a Hugol, su falta de humildad, lo altanero y prepotente lo convierten en un caso de una gloria del futbol repelente, algo que no debía suceder pero sucede.

Digan lo que digan, para mí aunque lo tilden de «orgulloso y envanecido»,   Hugo es Hugo y dará mucho de qué hablar, y ahora como entrenador en Pachuca, la cuna del futbol mexicano puede representan para ese estado, para esa ciudad y para ese club el hombre que «jale la marca».

Tuzos un equipo que juega en una ciudad a menos de 100 kilómetros de la capital del país, es indudable, está haciendo grandes cosas por el futbol como el Museo del Futbol, el Salón de la Fama, la Universidad del Futbol y la Escuela de Porteros.

La visión de este club la tienen muy clara, pretenden ser una organización de vanguardia, única en su tipo, con la misión de promover el desarrollo deportivo, académico, comercial, social y cultural.

Jesús Martínez a la cabeza de la organización es un hombre de sueños y vuelos altos, se ha rodeado de gente muy valiosa como el vicepresidente Andrés Fassi, el director del Salón de la Fama, el periodista Antonio Moreno así como el cronista y periodista deportivo Jorge Che Ventura.

La nota bomba seguirá impactando y jalando la marca, Tuzos con Hugo Sánchez comienzan una nueva aventura y seguramente en los próximos meses estarán más recurrentemente en las notas de los diarios de todo el país, estaremos atentos, preparen las tintas, yo por lo menos, Dios mediante espero viajar para entrevistarlo en esta su nueva etapa en el futbol.