Otra grata temporada cerró el tenis paraguayo con un gran show con todos los condimentos para una velada inolvidable: talento perdurable, nostalgia creciente, calidad de siempre y gratitud que se enmarcó en el homenaje al bicentenario de la independencia nacional y galardón póstumo al ex presidente de la Asociación Paraguaya de Tenis, Miguel Angel Napout, a treinta años de la reinserción del tenis nacional en la copa Davis.

Pedro García Garozzo – pggsport@cdfenix.com.py

Primero en el court central del club Centenario, Victor Pecci, el deportista paraguayo del bicentenario, le ganó un proset 8-7 y supertiebreak 10-6 al ecuatoriano Andrés Gómez, en 1 hora dos minutos, ampliando una supremacía que en los tiempos de la competencia activa de ambos en los circuitos internacionales, fue plena para el paraguayo en todo tipo de pista (arcilla, cemento, césped) y competencia (copa Davis y torneos de ATP). Pese al paso y al peso de los años, este partido sirvió para evidenciar una vez más que las cualidades deportivas no las puede borrar el en otros órdenes implacable avance del tiempo.

En segundo término, la emotividad alcanzó sus máximos decibeles cuando el hoy presidente de la Asociación Paraguaya de Futbol, Juan Angel Napout, recibió la plaqueta de reconocimiento a su fallecido padre, Miguel Angel Napout, por la gran labor directriz que a éste le cupo para favorecer el crecimiento del tenis en el Paraguay.

Posteriormente Ramón Delgado batió al chileno Nicolás Massu por 8-6 en 46 minutos. El paraguayo que este año acaba de abandonar el profesionalismo como atleta, demostró mantener su gran forma tenística y física frente a un jugador que sigue activo y que lleva como mejor carta de presentación su carácter de doble medallista olímpico.

Este gran regalo de fin de año que nos dio el tenis, sirvió para poner la guinda en una hermosa torta de gratas connotaciones e hitos que deja al irse este 2011 plenamente grato para el tenis paraguayo.

Durante su transcurso, la Asociación Paraguaya de Tenis batió el record de torneos profesionales internacionales propiciados en una temporada, alcanzando la cifra inédita de seis en cantidad (cuatro femeninos y dos de varones) y registrando el hito histórico en calidad de montar por primera vez un challenger de 25.000 dolares para mujeres.

Fue un año en el cual el equipo nacional de la Fed Cup no solo conservó la categoría grupo 1 de América sino que durante la disputa de esta competencia en Buenos Aires fue el único que le ganó al campeón de la división y anfitrión del certamen, la selección de Argentina.

El equipo nacional sub 12 fue por otra parte subcampeón sudamericano femenino.

Como nunca antes en los rankings mundiales de mujeres hay seis jugadoras paraguayas.

Verónica Cepede consiguió su histórico mas elevado escalafón mundial (234) e ingresaron asimismo a las listas de la WTA la guaireña Jazmín Britos (tanto en singles como en dobles), Montserrat González en individuales, Camila Giangreco y Sara Giménez en parejas.

A los 16 años, Montserrat aparte de ganar competencias del circuito COSAT, al igual que lo hizo Camila Giangreco, cierra el año como top ten mundial (número 8 en la tabla junior de la ITF).

El tenis masculino si bien no tuvo un año tan exitoso como el femenino, conservó su nivel en el grupo 2 de la zona americana de la Copa Davis, cuya final jugó y perdió ante Perú.

En la esfera directriz, otro logro del tenis representa que su presidente, Camilo Pérez López Moreira, se haya convertido en el primer dirigente de esta disciplina que alcanzó el cargo de titular del Comité Olímpico Paraguayo.

Y en el orden edilicio, la construcción de un nuevo estadio tenístico que albergó dos ties de copa Davis (el del Club Internacional de Tenis) fue otro logro colateral importante.

En materia de organización la APT completó también los cuatro compromisos que el calendario anual de COSAT le asigna en materia de certámenes juveniles (Asunción Bowl, Pascuas Bowl, Mburukuyá Bowl y Paraguay Open).

A la hora de hacer el balance final de la temporada, sin duda alguna el 2011 pasa a la historia como un año sumamente fructífero.