Por JAIRO GIRALDO JIMÉNEZ – WEB MASTER – AIPS AMÉRICA
Gobernantes, dirigentes deportivos, congresistas, se están rasgando las vestiduras, buscando culpables y lavándose las manos cual Pilatos en el juicio a Jesucristo, esperando quien asume responsabilidades ante el retiro de la sede para los Juegos Panamericanos del 2027 a la ciudad de Barranquilla por parte de Panam Sports.
La odisea que desencadenó la pérdida de la sede empezó desde temprano, con traspiés e incoherencias, a pesar del querer regional y popular en Barranquilla por ser la sede panamericana del 2027.
ASI FUE TODO. Una vez que la capital atlanticense fue designada como anfitriona del magno certamen en 2021 y recibió la bandera en 2023 en Santiago de Chile, el compromiso del Gobierno nacional era pagar un total de ocho millones de dólares a Panam Sports, repartidos en dos plazos por cuatro millones cada uno.
Los términos acordados eran los siguientes:
- 2 millones de dólares (ya pagados) provenientes de la alcaldía de Pumarejo.
- 4 millones de dólares antes del 31 de diciembre de 2023 por parte del Ministerio del Deporte.
- 4 millones de dólares antes del 31 de enero de 2024 por parte del Ministerio del Deporte.
- 4 millones de dólares para el año 2025.
- 4 millones de dólares para el año 2026.
- 2 millones de dólares para el año 2027.
Panam Sports argumentó que en octubre pasado recibió una carta oficial de las autoridades colombianas en donde pedía una prórroga en los plazos de los pagos pactados, la cual fue aceptada: una parte el 30 de diciembre de 2023 y la otra el 30 de enero de 2024. Sin embargo, Colombia no giró el dinero a tiempo.
No se cumplió con los tiempos establecidos por la organización, provocando dudas entre sus directivos, quienes procedieron a enviar una carta al Comité Olímpico Colombiano anunciando la cancelación de la sede; Panam Sports evaluó otras opciones y decidió abrir convocatoria invitando a los 41 países asociados para presentar propuestas y buscar nueva sede; el plazo vence el próximo 31 de enero.
En el camino ya se adelantaron Paraguay, Rio de Janeiro y Guadalajara. No sin pensar que Chile y Estados Unidos que también muestra interés.
El nuevo panorama se despejará en una asamblea extraordinaria de Panam Sports el mes de febrero, cuando se conozcan oficialmente las candidaturas.
Cartas van y vienen, llamadas telefónicas, intenso “Lobby” ante las autoridades panamericanas del deporte en un intento desesperado por reparar el daño causado, donde – desde el presidente de los colombianos, quien al comienzo de su mandato afirmó que los juegos tenían costos muy elevados; la ministra del deporte que no adelantó las gestiones para cumplir los pactos de entregar sumas en fechas asignadas y la dirigencia al esperar pacientemente resolver el tema con saludos y abrazos,- no se ocuparon por adelantar los trámites de manera oportuna y seria, conociendo por su experiencia y obligaciones, la importancia que tiene para una ciudad, una región y un país, albergar un certamen como los Juegos Panamericanos.
Colombia debe ahora rehacer el daño si quiere recuperar la sede en Barranquilla y asistir a dicha asamblea donde buscará convencer a los países para votar a su favor; no la tendrá fácil debido a los antecedentes de incumplimiento, al “lobby” que deberá hacer y a la danza de los millones que otros países van a ofrecer.
QUIEN TUVO LA CULPA. Nadie ha querido asumir la responsabilidad, pues el gobierno actual le tiró el balón a la administración del anterior liderada por Iván Duque, y esta, por su parte, dice que el error estuvo en el manejo del Ministerio del Deporte.
Quien salió a dar su versión fue la exministra del deporte María Isabel Urrutia, la primera en tomar el cargo en el gobierno de Gustavo Petro, quien también tuvo responsabilidad en el hecho, pero ella se lavó las manos.
Desde que llegó a la presidencia Gustavo Petro y con la sede ya otorgada, empezaron a aparecer los reparos del ministerio de Deporte a la realización de los juegos.
Al llegar Astrid Rodríguez al ministerio en reemplazo de Urrutia, se reencaminó el tema de la sede, pero la nueva jefe de la cartera condicionó la entrega de los recursos a que el certamen se desarrollara en varias ciudades de la región caribe por sugerencia de la presidencia de Colombia.
Lo cierto que es que la revista Semana ha publicado varias cartas con fecha del pasado mes de agosto, en las que la administración municipal de Barranquilla, requiere al presidente y al ministerio del deporte a pagar antes que fuera demasiado tarde; los Gobiernos locales le manifiestan al presidente Petro que no era la primera vez que le advierten del daño reputacional que implica no realizar los pagos a tiempo.
Ahora salió el exministro de hacienda del país José Antonio Ocampo, a decir que “me parece insólito que no se hayan pagado porque los recursos estaban disponibles”, Ese era un tema muy importante en el escenario nacional y por eso los recursos fueron asegurados”, manifestó a una cadena radial de noticias nacionales.
Entonces ¿Acaso el gobierno colombiano no quería los Juegos y buscaba deshacerse del compromiso?
Las reacciones no paran: el pronunciamiento de los deportistas es contundente y, por ejemplo, la medallista olímpica Mariana Pajón levantó su voz y pidió que se haga todo lo posible para recuperar la sede de los Panamericanos. “Perdemos todos”, dijo la ciclista antioqueña.
La ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE PERIODISTAS DEPORTIVOS-ACORD, manifestó su respaldo al Comité Olímpico Colombiano, en el sentido de estar a disposición para adelantar las gestiones que sean necesarias en procura de hallar solución.
El congreso de la república anunció citaciones y explicaciones, y los organismos de control se refieren a apertura de investigaciones por posible detrimento patrimonial en caso de perderse cerca de diez mil millones de pesos colombianos (2 millones 250 mil dólares)
La Procuraduría, que investiga a funcionarios públicos, requirió a la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, para que explique las razones que llevaron al presunto incumplimiento y solicitó el contrato suscrito con Panam Sports para la organización de esas justas continentales. El ente de control solicitó a la ministra especificar las consecuencias económicas y de cualquier otro tipo para el país y sus deportistas
El Comité Olímpico Colombiano adelanta gestiones para convencer a los comités nacionales sobre la capacidad de Barranquilla para realizar el evento y la ministra del deporte dice que tiene listos los recursos para entregarlos a la organización cuando ya es tarde, en tanto que el alcalde de Barranquilla con los gremios y la dirigencia, buscan salidas y tratan de abrir puertas para ser escuchados.
EL TEMA ES ECONÓMICO. Quien cumpla los contratos aportando a tiempo las sumas estipuladas, argumente los requisitos y convenza con seriedad, seguramente se llevará el premio gordo de organizar unos Juegos, situación que permite gozar de la inversión y recibir una buena mesada producto de la comercialización y el turismo.
En temas de tanta envergadura está por delante el factor dólares…o si no vean lo sucedido cuando Colombia solicitó la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud para 2018, en Lausana-Suiza, en 2013.
Los contactos, las promesas y los votos aseguraban a Medellín aquella sede, sustentada en una impresionante presentación en el Comité Olímpico Internacional…cuando era un hecho que la ciudad colombiana sería la escogida, en las gestiones previas al momento de la votación, se movieron las influencias, los votos y los dólares para inclinar hacia Argentina el favoritismo y las mayorías. Balde de agua fría para Colombia.
La Fórmula 1 que tenía designada a Barranquilla como ciudad elegida para realizar el Gran Premio del Caribe y que exigió una carta del gobierno nacional manifestando su beneplácito por este evento, se quedó a la espera de ese documento que para esa empresa es fundamental al generar confianza
La Fórmula 1 en México, deja en cuatro días de realización, más de 100 millones de dólares diarios de derrame a la economía del DF; llega medio millón de turistas y tiene el apoyo económico de Claro, la empresa de Carlos Slim.
QUE SE PIERDE.? en la pelea de todos contra todos ha perdido Barranquilla, una ciudad pujante con notable experiencia en la organización de eventos multideportivos y de diferente índole; la región Caribe que le dio el respaldo al actual presidente esperando que tuviese retribución y atención en inversión y programas sociales y de beneficio para la región, y el país en general cuya imagen internacional empieza a ceder terreno y perder oportunidades por incumplimiento de sus máximos dirigentes.
Con las justas continentales se esperaba un impacto positivo en hotelería, el sector gastronómico, la inversión pública para adecuar escenarios deportivos y privada para albergar el evento.
No alcanzar más cupos para los Juegos Olímpicos y por ende un mayor número de medallas que en el mundo olímpico significa dinero y desarrollo para los países.
Las ciudades sedes de los juegos desarrollan la infraestructura deportiva a niveles inigualables por tratarse de un evento antesala de los Juegos Olímpicos.
“Perdemos visibilidad internacional, perdemos posibilidad de ingresos para sectores turísticos y economías locales, perdemos en adecuación y construcción de escenarios deportivos para nuevas generaciones, perdemos fogueo internacional para muchos atletas, perdemos credibilidad internacional, perdemos la posibilidad de mostrar lo mejor de Colombia, perdemos posibilidad de empleo e impacto social, perdemos la posibilidad de unir a muchos colombianos en una causa, perdemos futuro”, fue la contundente declaración de la medallista olímpica Mariana Pajón.