Luis Vargas | Victor José López

Círculo de Periodistas Deportivos

Abelardo Raidi (25-12-1914 / 27-01-2002) fue siempre jovial, optimista y enamorado de Venezuela hasta el último aliento de su larga y muy productiva vida. Al dejar el plano terrenal, hace 20 años, debe haberse llevado en su equipaje la angustia de la obra inconclusa, de su perenne motivación por existir: una Venezuela más grande, más libre y más próspera.

El Círculo de Periodistas Deportivos, del cual fue presidente fundador y al que presidió durante diferentes términos, fue el amor institucional de este hombre que sintió el periodismo como una religión. Su vocación gremialista le llevó a fundar varias instituciones y grupos de trabajo, entre los que destacan la Federación de Periodistas Deportivos de Latinoamérica, hoy AIPS América; el Círculo de Periodistas de Turismo y la Confederación Americana de Prensa Turística, además de organizar diversos congresos y seminarios orientados siempre a jerarquizar al periodista y brindarle herramientas para su formación. 

Hombre inquieto y polifacético, que desde el periodismo se paseó con igual éxito por la dirigencia deportiva, dejando profunda huella en el quehacer venezolano; pero también por la política, los concursos de belleza, la publicidad y la empresa. Hasta su partida, dictó cátedra en el periodismo, y su legado sigue vivo en el gremio que ayudó a edificar. 

Nacido al despuntar el Siglo XX en Valencia, el 25 de diciembre de 1914, vino al mundo en una familia de acomodados libaneses que habían dejado atrás las guerras en la medialuna oriental para radicarse en Venezuela y enterrar en raíces muy profundas la semilla que regó con trabajo y supo abonar con amor y pasión venezolanista.

Desde muy joven, Abelardo Raidi sintió el aguijonazo vocacional del periodismo. En su Valencia natal organizó espacios radiales en Radio Mundial. En esa ciudad también se inició como reportero, escribiendo en las páginas deportivas de los diarios El Cronista y El Carabobeño, hasta que trasladó a Caracas junto a su tío Abelardo, quien lo introdujo al mundo de la publicidad como locutor comercial frente a los micrófonos de la emisora radial Broadcasting Caracas.

Había cursado estudios en el Liceo Andrés Bello de Caracas, y se sentía muy orgulloso de haber emprendido una acción informativa como director de periódicos clandestinos estudiantiles contra el gobierno del dictador Juan Vicente Gómez. En las tertulias del grupo, “Los Periodistas de Siempre”, la última creación del inquieto Abelardo, el doctor Ramón Jota Velásquez, ex presidente de la República de Venezuela e historiador, confirmaba los hechos conspiradores de Abelardo contra la temible dictadura del General Gómez. Años mas tarde, Raidi pagaría con prisión su desafío a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Forjador de hazañas

La personalidad, el talento y sagacidad de Abelardo Raidi le hicieron destacar en el mundo deportivo de su época. Cuando Venezuela decidió participar en el Campeonato Mundial de Beisbol Amateur en La Habana, en octubre de 1941, Raidi fue nombrado delegado y en ese rol contribuyó decididamente a formar al equipo nacional y a promover su sostén económico. 

A la postre, fue la primera de las grandes hazañas deportivas de Venezuela, que conquistó el Campeonato Mundial gracias, entre otras cosas, a la inteligencia negociadora de Raidi, quien “le mató el gallo en la mano” al coronel Mariné, principal autoridad del torneo, al prolongar el descanso del equipo venezolano un día más, y así darle oportunidad al estelar lanzador Daniel “Chino” Canónico para que refrescara el brazo de lanzar y, gracias a ello, terminara por dominar a la temible “majagua” cubana en su propio terreno.

Periodista y gremialista por vocación

Cuando Abelardo Raidi llegó a Caracas para quedarse para siempre, inició su columna La Pantalla de los Jueves en el diario El Universal, el 13 de marzo de 1941. Este espacio estuvo inspirado en la columna del periodista norteamericano Walter Winchell, y ofrecía taquitos informativos, casi siempre notas exclusivas, que servían como guía a los jefes de información para hacer la pauta en los distintos diarios de Caracas. Abelardo mantuvo esta columna de manera ininterrumpida durante seis décadas, hasta el año de su muerte en 2002.

La frescura del periodismo de Abelardo Raidi entusiasmó al poeta y escritor Miguel Otero Silva, quien lo invitó a fundar el diario El Nacional en 1943, junto a Antonio Arráiz, el primer director del gran diario venezolano. Allí creó la sección deportiva, de la cual fue su primer jefe.

En la televisión, fue famoso su programa El Penthouse de Abelardo. Siempre presente en la radio, Raidi también transmitió el primer juego de beisbol televisado en Venezuela, y por varios años fue el director de la Radiodifusora Venezuela.

Abelardo Raidi fue vocacionalmente gremialista. Fundó el Círculo de Periodistas Deportivos en 1943, el cual dirigió durante varios períodos. También creó La Gran Corrida de la Prensa y fue el impulsor de los premios Atleta del Año y del Salón de la Fama del Deporte Venezolano. En 1973, instituyó el Círculo de Periodistas de Turismo y la Confederación Americana de Prensa Turística; y más tarde, fue uno de los artífices principales de la Federación de Periodistas Deportivos de Latinoamérica, a la que consagró buena parte de su trabajo. 

Organizó convenciones y seminarios, siempre con el propósito de acercarle las herramientas del mejoramiento profesional a los colegas, y jerarquizó al periodista deportivo.

Entre las distinciones, que fueron muchos reconocimientos, diplomas y condecoraciones, la que más le honraba era la de Periodista de América, que en 1989 le otorgó el II Congreso Panamericano de Periodistas.

Raidi, que fue reconocido con el Premio Nacional de Periodismo en dos ocasiones y un Premio Ondas de España, hoy es miembro del Salón de la Fama del Deporte y del Salón de la Fama del Béisbol Venezolano, y su nombre identifica el premio que ha instituido AIPS América en honor a su creador, y que reconoce la trayectoria de los periodistas  deportivos en el continente.

Polifacético, familiar y magallanero hasta los huesos

Raidi se ufanaba de sus aciertos publicitarios en los slogans, “Viasar”, “Venezuela Suya”, “Venezuela para querer” y cientos de frases o de palabras que regó con talento inigualable por las agencias y empresas creativas del mundo. Su prestigio fue internacional, desde muy joven Cuba, México, Argentina, España, los mejores periodistas del continente le reconocieron como un adalid. 

Abelardo también fue un especialista en concursos de belleza. En múltiples oportunidades fungió de jurado del Miss Venezuela, convirtiéndose en figura de referencia en un país de misses universales. 

Hombre por demás polifacético, incursionó en la política, y fue electo diputado al Congreso Nacional en dos oportunidades.

No hay duda que el logro más importante en la vida fue su matrimonio con Teresita Seijas, bella mujer valenciana que le dio lo que más quiso en la vida, sus hijos, nietos y bisnietos. 

Abelardo Raidi fue un seguidor “hueso colorado” del equipo de béisbol Navegantes del Magallanes, uno de los más populares de Venezuela. Precisamente, la noticia de su muerte se propagó durante un juego entre Magallanes y Tigres de Aragua, justo cuando la nave turca bombardeaba a los felinos en su propio terreno, enfilándose poco después hacia la Serie del Caribe. 

Fue, pues, Abelardo Raidi, un maestro, el hombre de “la eterna sonrisa”, un sortario —como él mismo repetía—, un periodista íntegro, imaginativo, un hombre que quiso como pocos a Venezuela.