Por José Gary Añez (Bolivia)
SUCRE,
Bolivia, 29 de octubre de 2019.-
La gestión del actual presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César
Salinas, es por decirlo menos, obscura. Desde su posesión en abril del pasado
año, ha estado cargada de denuncias que van desde corrupción, hasta
incapacidad.
Y es que, en el día mismo de su juramento, las sombras de la prebenda cayeron
sobre la figura del presidente federativo que llegó sólo al acto eleccionario,
luego de que Guido Loayza, su adversario, se retirara denunciando que Salinas
había comprado los votos necesarios para ganar la elección.
Esta triste historia salpicada de corrupción, sin embargo, tiene un antecedente
que data de junio 2017, cuando el entonces presidente interino de la federación
boliviana de fútbol, Marco Peredo, lo había denunciado por otorgar publicidad
de su empresa, por valor de USD 80.000 a los planteles de Ciclón, de Tarija y
Petrolero, de Yacuiba, con el compromiso de recibir su apoyo en las elecciones
federativas de enero de 2016, donde finamente salió ganador Rolando López.
Ante las denuncias, Salinas anunció procesos, que nunca llegaron, no aclaró
jamás las acusaciones y se escudó en una posición de víctima ante lo que él
considera, son acciones racistas y discriminadoras.
Pero las denuncias contra el mandamás del fútbol boliviano no solo tienen que
ver con sobornos, pues las acusaciones en su contra, tocan otro tipo de hechos
que acrecientan las sombras de su gestión. En mayo del 2018, solo un mes
después de ser posesionado, luego de ser eliminado del torneo Apertura, el
entonces técnico de su clásico rival, Bolívar, Viníciuos Eutrópio denunció un
manejo mafioso dentro de la Federación Boliviana, al considerar que se
manejaban los arbitrajes, para favorecer al club The Strongest, que fue
presidido por Salinas, antes de llegar a la Federación. Esta denuncia tomó
forma un año después, en mayo de 2019, cuando el entonces vicepresidente de la
Comisión Arbitral, Hérbet Aguilera, aseveró al programa BVC Deportes y Gente de
Fútbol que el dirigente Freddy Téllez, uno de los dirigentes más cercanos a
Salinas, imponía las ternas arbitrales.
En este manejo “poco claro” del futbol boliviano, se ha rumoreado
constantemente sobre presiones a dirigentes y otros actores del futbol, para
tratar de evitar que se destape una gestión por demás cuestionable. En este
sentido, en julio de 2018, la presentadora de televisión Jimena Antelo denunció
que el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César Salinas Sinka,
envió a Santa Cruz a un abogado para amenazar al programa No Mentiras, con
procesos judiciales por supuestos comentarios en contra del dirigente y del
técnico interino de la Selección, César Farías.
Salinas, luego de estas denuncias, volvió a anunciar procesos, que tampoco
llegaron, negó las acusaciones y volvió a mostrarse como víctima de un compló
racista y discriminador, que intenta dañar su gestión.
Pero, la gestión deportiva de Salinas, también está manchada. Como nunca antes,
el fútbol boliviano se vio envuelto en una telaraña de denuncias de amaños y
arreglos de partidos. En octubre del año pasado, en un cotejo por la copa Simón
Bolívar – Nacional B, se denunció que existía al menos un arreglo para
beneficiar a un club, Mariscal Sucre de Cobija, que termino venciendo en
aquella oportunidad a Libertad de Trinidad por 9 a 0, resultado que lo
clasificaba a una segunda fase, en desmedro del cruceño Torre Fuerte. Y es que
lo sucedido en Cobija era poco menos que cómico, pues las acciones de jugadores
y jueces no permitían siquiera dudar de que existía algo extraño en ese
partido.
A pesar de la denuncia pública, el torneo siguió su marcha y la Federación, ni
siquiera anunció una investigación.
En noviembre de ese año, Pedro Chávez, volante del club Guabirá, denunció la
existencia de amaño de partidos en Bolivia, dirigiéndose directamente al club
Real Potosí, con el que su equipo había empatado. Según el volante paraguayo,
las apuestas deportivas eran el negocio del cuadro potosino, que pasaba por una
crisis económica galopante, lo que derivaba en una deuda enorme con sus
jugadores, que habían encontrado en las apuestas, la forma de ganarse el
sustento.
La Federación, tampoco actuó ante este hecho, argumentando que se esperaba una
denuncia, para luego asumir acciones ante la Conmebol y la justicia ordinaria.
En julio de este año, el presidente de Destroyers, Carlos Blanco, aseguró que
en el torneo Apertura le pidieron USD 15.000, para que gane dos partidos y
empate otro, en su lucha por evitar el descenso de categoría. El caso lo
denunció en la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de Santa Cruz, pero no
siguió con el proceso hasta el final.
Blanco denunció ante los medios cruceños que durante el torneo pasado recibió
un par de llamadas en las que le pidieron dinero a cambio de resultados a favor
de su club.
Esta denuncia, también quedó en el aire.
Recientemente, otro hecho tirado de los pelos ocurrió en el futbol de ascenso.
En la fecha 12 del grupo C de la Copa Simón Bolívar – Nacional B, el
escandaloso resultado de 14 a 1del partido entre Independiente de Sucre y
Fortaleza de Yacuiba, pasó bochornosamente a segundo plano, luego de la
denuncia de suplantación de identidades en el club chaqueño, todo,
supuestamente, para permitir que se dé la inusual goleada y darle a Independiente
la chance de sacar ventaja en la lucha por la clasificación.
Horas después del, al menos observado partido, se confirmó que el equipo de
Yacuiba hizo actuar a seis personas, entre ellas dos choferes y un utilero,
suplantando las identidades de jugadores que dejaron de entrenarse en el club
por sueldos impagos. Fueron los mismos afectados quienes se encargaron de
confirmar esta información, por si quedaban dudas del escándalo. Reiber Núñez,
Marco Antonio Salazar, Matías Montaño, Alberto Medina Gutiérrez y Alcides Morón
Oliva fueron los que dejaron en claro que ellos no estuvieron en el encuentro,
pese a estar anotados en la planilla de control, pues en ese momento estaban
realizando otras ocupaciones y en varios casos en otro departamento.
Existen evidencias… que exigen un veredicto.
Salinas parece encontrarse contra las cuerdas, el ya largo historial de
denuncias en su contra crece día a día y, como siempre, la respuesta es la
misma.
En los últimos días, se ha destapado otro accionar que parece ir acorde con la
historia del dirigente paceño. El periodista cruceño José Gary Añez, reveló que
Salinas, le ofreció ayuda, a cambio de apoyo a su gestión. Añez, además sostuvo
que Salinas le dejó entrever que pagaba a otros periodistas del país.
La respuesta… la misma. anunció que activará procesos enmarcados en la Ley de
Imprenta y en la justicia ordinaria por “difamación”. Apeló nuevamente a su
papel de víctima, y acusó que existe un plan de desestabilización desde el
futbol cruceño.
Recientemente, Añez presentó otra denuncia, que tiene que ver con una deuda con
la empresa de ropa deportiva Mac Lauren que ascendía a aproximadamente un
millón de dólares.
El club, contrajo la deuda con la empresa, ascendía a USD 7.000 en 2007, cuando
Florencio España fungía como presidente. Los santos no cumplieron con honrar
esa deuda, por lo cual creció en 10 años, a USD 150.000, según relató el ex
presidente de ese año, 2017, Edwin Zaballos, producto de una negociación con la
representante de Mac Lauren, quien curiosamente, tiene parentesco con el
dirigente Freddy Tellez. Desde entonces, en poco más de dos años, la deuda,
inexplicablemente subió a casi un millón. La Federación Boliviana, actuó como
intermediaria en la conciliación y “ignoró” el dinero para pagar parte de la deuda,
del dinero obtenido por el club orureño, por su clasificación a la Copa
Libertadores. Ni la dirigencia santa, ni la federativa, han explicado cómo es
que una deuda de USD 150.000, se hubiera transformado en un millón, en tan
corto tiempo. Los orureños, merecen una respuesta.
Hasta hoy, Salinas ha salido bien librado de las denuncias que pesan sobre él,
sin embargo, y a pesar de las innumerables veces que ha amenazado con procesos,
las denuncias nunca fueron aclaradas, por lo que aquella sombra que comenzó a
forjarse el día mismo de su posesión, ha ido creciendo incontrolablemente. A la
evidente falta de plan administrativo y deportivo, se suma la poca credibilidad
de su gestión, una gestión criticada, cuestionada y observada por los actores
del fútbol boliviano, que ven con tristeza como la corrupción, la ineficiencia
y la arrogancia de sus dirigentes, han tomado a la Federación Boliviana y han
logrado hacer más grande el hueco en el que se encuentra nuestro fútbol.
Cesar Salinas inició hace año y medio una patética gestión, que nació podrida
por el accionar corrupto de quien solo busca el poder, a costa de todos y de
todo. Es hora de parar, es momento de tomar acciones, contra no quieren
responder, no dan la cara, para tratar de rescatar al fútbol boliviano.
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ENGLISH:
Chronicle of a corrupt management: two and a half years of unanswered
complaints
By Jose Gary Añez – Bolivia
Translated by: Maria Constanza Mora Pedraza, AIPS Member
SUCRE, October 29, 2019 – The management of the current president of the Bolivian Football Federation, César Salinas, is as some would say, dark. Since his taking possession in April last year, he has been involved in complaints that range from corruption to incapacity.
From the very same day he took his oath a shadow has fallen on the figure of the federative president who won the election, after Guido Loayza, his adversary, withdrew denouncing Salinas, saying he had bought the necessary votes to win the election.
This sad story is dotted with corruption, however, it has a history that goes back to June 2017, when the then interim president of the Bolivian football federation, Marco Peredo, denounced him for granting publicity for his company, worth USD$80,000 to Ciclón, Tarija and Petrolero, and Yacuiba, with a commitment to receive their support in the federal elections of January 2016, where Rolando López was finally elected.
In light of the complaints, Salinas announced actions that he never completed, nor did he clarify the accusations, but instead took the position of victim of what he considers to be racist and discriminatory actions.
But the complaints against the boss of Bolivian football are not only to do with bribes. The accusations against him, touch on other types of events that increase the shadows over his administration.
This complaint took shape a year later, in May 2019, when the then vice-president of the Refereeing Commission, Hérbet Aguilera, told the BVC Sports and Soccer Peoples’ program that the leader Freddy Téllez, one of the closest leaders to Salinas, had imposed the arbitral lists.
In this «unclear» management of Bolivian football, constantly rumors have been added, about leaders and other people in football have been pressed to try and prevent the unveiling of a questionable administration.
In this regard, in July 2018, TV presenter Jimena Antelo complained that the president of the Bolivian Football Federation, César Salinas Sinka, sent a lawyer to Santa Cruz to threaten the ‘No Lies’ program, with judicial process for supposed comments against the him and the interim coach of the National Team, César Farías.
After these complaints, Salinas again announced processes, which were also not completed. He denied the accusations and portrayed himself again as a victim of a racist and discriminatory plot, which was attempting to damage his administration.
However, Salinas’ sports management is also stained. Like never before, Bolivian football became wrapped in a web of complaints about threats and match-fixing.
In October last year, in a match of Simón Bolívar – National B Cup, there was a denouncement of at least one arrangement to benefit Mariscal Sucre de Cobija Club against Libertad de Trinidad, the score ended up as 9 a 0 to Mariscal Sucre, a result that classified them for the second round, at the expense of Torre Fuerte.
What happened in Cobija´s city, was little less than funny, because the actions of players and judges did not allow for any doubt that there was something strange happening in the game.
Despite the public complaint, the tournament continued and the Federation did not even announce an investigation.
In November that year, Pedro Chavez, a midfielder from Club Guabirá, denounced the match-fixing in Bolivia, heading directly to Real Potosí club, with which his team had tied.
According to the Paraguayan midfielder, sports betting was a business of the Potosi Team, which was going through a galloping economic crisis, which resulted in a huge debt to its players, who had found through betting, a way to earn a living. The Federation also did not act on this fact, arguing that a complaint was expected, and then took action before Conmebol and the ordinary courts.
In July this year, the president of the Destroyers, Carlos Blanco, gave assurances that in the ‘Torneo Apertura’ he was asked for USD$15,000, to win two games and draw another, in the team’s fight to avoid relegation.
He reported the situation to the Santa Cruz’s Special Force to Fight Crime, but he did not continue with the process.
Blanco denounced, to the Santa Cruz media, that during the last tournament he received a couple of calls in which he was asked for money in exchange for results in favor of his club. This complaint was also left in the air.
Recently, another situation ‘pulled from the air’ happened in the promotion league. On round 12 of group C at the Simón Bolívar Cup – Nacional B, the scandalous result of 14 to 1 during the match between Independiente de Sucre and Fortaleza de Yacuiba, was embarrassingly left out, after a complaint of identity theft in the ‘El Chaco’ Team. All, supposedly, to allow the unusual win and grant Independiente the chance to take advantage in the fight for its classification.
Hours after the observed match it was confirmed that the Yacuiba team had six people on the field, including two drivers and a prop, taking the identities of players who had stopped training at the club due to unpaid salaries. The affected confirmed this information, in case there were any doubts about the scandal.
Reiber Núñez, Marco Antonio Salazar, Matías Montaño, Alberto Medina Gutiérrez and Alcides Morón Oliva were those who made it clear that they were not in the match, despite being on the control sheet, because at that time they were doing other things and in several cases in another counties.
There is evidence… that demands a verdict.
Salinas seems to be on the ropes, the long history of complaints against him grows day by day and, as always, the answer is the same.
In recent days, another situation has been uncovered which seems to be consistent with the story of the president. José Gary Añez a journalist from Santa Cruz, revealed that Salinas offered him help, in exchange for support of his role. Añez also said that Salinas showed him that he was paying other journalists in the country.
The answer … the same, he mentioned that he will carry out processes framed in the Printing Law and in the ordinary courts for “defamation”. He appealed again to his role as a victim, and made accusations that there was a destabilization plan from Santa Cruz football.
Recently, Añez presented another complaint, which has to do with a debt to the sportswear company Mac Lauren, which is approximately one million dollars.
The club got into debt with the company to the tune of USD$7,000 in 2007, when Florencio Spain served as president. The ‘Saints’ failed to honor the debt, so it grew over 10 years to USD$150,000, according to the former president of that year, 2017, Edwin Zaballos; the product of a negotiation with the representative of Mac Lauren, who curiously, has a relationship with the leader Freddy Tellez.
Since then, in just over two years, the debt inexplicably rose to almost a million. The Bolivian Federation, acted as an intermediary in the mediation and “ignored” the repayment of the money obtained by the ‘orureño’ club (San Jose), for its classification in the Copa Libertadores. Neither the directors of Santa Cruz nor the federative members have explained how a debt of USD$150,000 could have grown into a million, in such a short time. The ‘orureños’ deserve an answer.
Until today, Salinas has come out well rid of the complaints that he has over his shoulders, however, and despite the countless times he has threatened with processes, the complaints were never clarified, so the shadow that began from the very same day of his presidency has been growing uncontrollably.
To the evident lack of administrative and sports plan, the low credibility of his management can be added. A management criticized, questioned and observed by the Bolivian football people, who see with sadness how the corruption, inefficiency and arrogance of their leaders have taken over the Bolivian Federation and have managed to make a bigger hole in our football.
Cesar Salinas began with pathetic management a year and a half ago, which was made rotten from the start by the corrupt actions of those who only seek power, at the expense of everyone and everything. It’s time to stop, it’s time to take action against those who don’t want to answer, don’t show their faces, to try to rescue Bolivian football.