Por Andrea Hernández (Chile) – Periodista Joven AIPS América
LIMA, Perú, 5 de agosto de 2019.- “Fuerte, fuerte, fuerte” le gritó Guerra a Parraguirre cuando algunos milisegundos anticipaban el remache. La Roja le había hecho un gran partido a Argentina y se ilusionaba con la medalla de bronce ante Brasil. Sin embargo, desde el primer punto Chile no logró acomodarse y lo perdió sin ideas 0-3 frente a la verdeamarela. Aún así, el cuarto lugar es histórico. Desde Cali 1971 que Chile no clasificaba a unos Panamericanos en voleibol. En la misma instancia, cosechó una quinta posición que hasta ayer era insuperable.
No le alcanzó el esfuerzo a Chile para la medalla de bronce en vóley de varones (Fotos: FEVOCHI).
“Fue el peor partido del torneo. Claramente, el peor partido nuestro y me animaría a decir el mejor partido de Brasil. Entramos apenas en el partido en el tercer set producto de los cambios, pero bueno, no nos alcanzó para ganar. Brasil hoy jugó de manera excepcional, así que solo queda felicitar a Brasil por el triunfo y la medalla de bronce”, señaló luego del partido el técnico de la selección chilena Daniel Nejamkin.
Bonacic, Banda, Araya, Guerra y dos de los Parraguirre, Tomás y Vicente, fueron los elegidos para estar de la partida en un duelo clave. Hace 48 años que Chile no clasificaba en voleibolindoor a una instancia panamericana y este equipo, comandado por el argentino Nejamkin, ya marcaba un precedente con el solo hecho de estar en fase de grupos. Primero vino Estados Unidos, Brasil, México y Argentina. Victoria, derrota, victoria y -nuevamente- derrota. El nuevo desafío era vencer a un Brasil que ya los había derrotado en fase de grupos y colgarse la de bronce.
La tensión copó cada centímetro del Polideportivo del Callao. Pero lamentablemente el Chile que entró a enfrentar a Brasil estuvo muy lejos del que le jugó a Argentina. Hubo errores en todas las zonas, desde el saque hasta el bloqueo, y Brasil sacó ventaja de la desinteligencia chilena, especialmente Abouba, el “6”, que aprovechó cada balón para remachar.
Las arengas de los hinchas chilenos que arribaron al complejo deportivo poco a poco se fueron apagando; ni las banderas sacaban. Dentro de la cancha, el panorama era peor. Con los errores, surgió el enojo y la frustración. Las discusiones en el equipo chileno, sumado a los retos de Nejamkin desde la banca, no generaron cambios en el marcador. Eso hasta que el técnico se animó a meter a los más jóvenes. En tres sets, Brasil liquidó el encuentro. Si bien el equipo estrechó la diferencia en el último, una vez más persistió la brutalidad verdeamarela. La misma que se vio en fase de grupos.
“Nos superaron en todo sentido. Con un saque muy fuerte, con un bloqueo muy ordenado, con ataques que no podíamos ver muchas veces la defensa. Fue muy complicado el primer set. Luego ya comenzamos a jugar un poco más. En el segundo set pudimos hacer más jugadas. Hicimos hartos cambios, hicimos lo que teníamos en mano para poder jugar terminando ya un tercer set mucho mejor, mucho más confiado. Más parecido a los otros partidos”, agregó el jugador Gabriel Araya en conferencia.
En cuanto al balance general de los dos triunfos y las dos derrotas en Lima, Nejamkin es claro. “Si no me debiera llevar por el partido de hoy, no quedan más que cosas buenas para decirle a los jugadores”, puntualizó.
La composición del podio estuvo a manos Argentina con el oro, Cuba con la plata y Brasil con el bronce. De ahora en más, el desafío de Chile es mentalizarse en el sudamericano que se realizará en septiembre en Santiago.
