Por Gabriel Cazenave – presidencia@aips-america.com
ASUNCIÓN, Paraguay, 28 de diciembre de 2017.- El momento de arrancar las últimas hojas al calendario de cada año, coincide con los balances de las actuaciones en los diferentes ámbitos de la actividad humana, en los cuales se privilegian por lo gneral los hechos positivos, de manera que sobren motivos para acompañar con una sonrisa el brindis de despedida de una etapa, que a la vez significa la bienvenida de la siguiente.
El 2017 nos ha proporcionado razones para sonreir, claro que sí, pero no es posible ocultar con ellas el agudo dolor que nuestra entidad ha soportado este año con la pérdida de dos de sus más relevantes dirigentes de las últimas décadas: Francisco Javier Virgen (México) y José Enrique Montesinos (Cuba).
Coincidieron ambos no solo en el momento de partir (solo dos semanas de diferencia: el 30 de abril, Virgen y el 16 de mayo, Montesinos) sino en las virtudes que los hicieron grandes, que fueron nítidamente la decencia, la sabiduría y el deseo de derramarlas generosamente entre sus discípulos, entre quienes nos apuntamos.
El “Profesor” Virgen y el “Maestro” Montesinos dejaron huellas muy profundas, que serán imborrables, aunque el tiempo se empeñe en producir el efecto contrario. Detrás de nosotros, existe una generación o tal vez dos, beneficiadas con los alcances de sus enseñanzas, que seguramente sabrán inmortalizar la memoria de estos dos grandes servidores de la causa de AIPS América.
Gratitud eterna para ambos.