Por Carlos Alejandro Cerpa Morales – Chile – carloscerpamorales@gmail.com
LA HABANA, Cuba, 24 de abril de 2017.- La Biblia nos habla de los diez mandamientos. Hay que respetarlos para actuar como un buen ser humano, en todo sentido.
Para nosotros, los periodistas, la ética es uno de ellos, el eje central de nuestra profesión. Y debemos poner énfasis en el periodismo deportivo, respetando los códigos nacionales de la especialidad y el de la AIPS.
No hay rareza en este preámbulo, sino que significa trazar caminos para entender que por encima de códigos y legislaciones, la moral debe llevarse primero que todo en el corazón para poder convertirla en hechos concretos. Y sin ética personal, no podemos hablar de ésta en la profesión. Error es eliminar las clases de Deontología y Educación Cívica, o de asignaturas semejantes en las escuelas, que junto a otras como Historia, son vehículos formadores.
Así como el profesor no debe limitarse a la enseñanza, sino que también tiene que educar, preparar la vida a los alumnos, los periodistas tenemos que construir la realidad que se informa a la Opinión Pública con estricto apego a las normas que nos enseñan en la Universidad.
Nuestro comportamiento no debe arrancar del temor al castigo que anuncian las leyes, tiene que basarse en el sentir pleno por hacer el bien, no causar daños ni caer en ilegalidades e ignominias como plagios, mentiras, irresponsabilidades o críticas destructivas, por ejemplo.
El mundo ha cambiado y la información no está ajena a esta metamorfosis. Lo que otrora se condenaba por la sociedad, hoy es visado. Hasta normal. Y en el plano de las comunicaciones, esta aldea global en la que vivimos (lo decía Mac Luhan), ha provocado que cualquiera se crea reportero. Basta apretar un botón y ya está la publicación, muchas veces sin imaginar sus consecuencias. Por lo mismo, los periodistas debemos estar aún más atentos que nunca a todo este bombardeo informático y actuar con responsabilidad en lo que publicamos.
Si una verdad puede destruir a una persona, ¡cállese! ¡Sería un asesino! Lo principal es actuar como ser humano. Dios está en todas partes.
Perdónenme, pero me nace concluir este escrito agradeciendo al Círculo de Periodistas Deportivos de Chile y a la AIPS, por brindarme la oportunidad de compartir este Diplomado de la especialidad aquí en La Habana, con colegas de varios países de Latinoamérica. Ha sido una maravillosa y enriquecedora experiencia. Felicitar al cuerpo de nuestros profesores por el nivel superlativo de sus clases.
Han pasado varios años desde la creación de esta agrupación internacional, en 1924 y los 158 países que están afiliados, 29 de América , tenemos un activo y protagónico rol en construir una mejor realidad en todo el mundo. Así sea.