Por Enrique Montesinos Delvaty – enriquemontesinos@gmail.com
Río de Janeiro, Brasil, 20 de agosto de 2016.-Los deportistas de América toda —Norte, Centro y Sur— han dejado para los momentos finales los mejores recuerdos en los Juegos de la XXXI Olimpiada Río 2016.
Estados Unidos incrementando y consolidando su amplia ventaja en el primer lugar de la tabla general de medallas y el resto aportando sus granitos de arena que constituyen inmensidades en sus diferentes países y hasta en el continente por la sequía permanente de éxitos a tan alto nivel.
El viernes fue el diluvio de felicitaciones para la ciclista colombiana Mariana Pajón, por segunda vez consecutiva reina en la modalidad BMX. Y qué decir del fenomenal Usain Bolt, la centella jamaicana que consumó en la misma fecha las tres tripletas de las cuales ya comentamos.
El título que le faltaba a Brasil. Neymar y sus compañeros lo lograron con el oro olímpico en fútbol.
El sábado, penúltima jornada de la cita olímpica carioca, fue notable el aumento de protagonismo por parte de los latinoamericanos, si bien Estados Unidos no dejó de enriquecer sus arcas con tres en el atletismo gracias a sus efectivos relevos de 4×400 y el mediofondista Matt Centrowics, quien salió ganando de una jugarreta de la cual fuereon víctimas los más calificados representantes de Kenya.
El apoteósico triunfo de Brasil en fútbol, dirimido mediante ronda de penales frente a Alemania, puso a bailar y a gritar no solo a la ciudad sede olímpica, también a toda la nación auriverde, a todo el continente americano porque era el título que faltaba en las vitrinas de un país futbolero por excelencia.
Una lástima que los hondureños no pudieran ganarle a Nigeria por el bronce para sumarse a la fiesta latina, aunque cayeron peleando 2-3.
El boxeo cubano, para no escatimar, sumó dos campeones de golpe en esta fecha. Primero el gallo Robeisy Ramírez volvió a subir a lo más alto del podio en los 56 kilogramos, igual que lo había hecho hace cuatro años. Lo secundó el peso medio (75 kg), Arlén López, un fogoso fajador coronado por primera vez que completó la tripleta boxística dorada de Cuba, a la cual añadió cuatro bronces.
Festejo albiceleste en el hóckey sobre césped masculino. Un oro inesperado.
El oro anterior de Cuba fue Julio César La Cruz, el jueves, misma fecha en que la escuadra masculina de hockey sobre césped de Argentina estremeció de orgullo deportivo a toda la América latina.
En la lid de taekwondo a Cuba se le escapó otra posible de oro por intermedio de Rafael Alba, pero Marcia Espinoza se llevó una de plata en los 67 kg y el brasileño Maicon Siqueira contribuyó con un bronce en 80 kg.
El bronce del pentatleta mexicano Ismael Hernández en la prueba combinada fue otra de las alegrías sabatinas.
Noten que el repunte en el medallero incidió de tal manera en la correlación continental que por primera vez en los Juegos América presenta el mismo 22 por ciento de premios que Asia al cerrar el sábado. Así será de reñida la definición en la clausura dominical.
DE BOLT Y LOS MALEFICIOS
Para continuar con los tricampeonatos consecutivos de Usain Bolt y el “maleficio” que se los impide a otros sobre todo del sector femenino, comienzo por decirles que ninguno de los tres que acompañan a Bolt en el relevo es tricampeón como él.
Asafa Powell corrió ahora y en el 2008, pero no en Londres 2012, Yohan Blake no fue a Beijing y Nickel Ashmeade no estuvo en ninguna de las veces anteriores.
En aquellas dos participó Nesta Carter, ahora pendiente de un resultado antidopaje adverso en una muestra reanalizada que tomaron en la capital china. De confirmarse traería adversidad para las medallas del grupo, aunque no creo disminuya la enormidad deportiva de Bolt.
En el caso de las mujeres, ninguna ha podido coronarse tres veces. Nunca.
Ni siquiera la magistral garrochista Elena Isinbaieva, multirecordista mundial. Ella fue campeona sucesiva en Atenas 2004 y Beijing 2008, pero Jennifer Suhr (USA) y Yarisley Silva (CUB) la dejaron en bronce en Londres.
Anteriormente la fenomenal jabalinista Ruth Fuchs le dio a la República Alemana los éxitos consecutivos en Muchin 1972 y Montreal 1976, pero en Moscú 1980 apareció la cubana María Caridad Colón con la primera de oro para una latinoamericana.
Más reciente le ocurrió parecido a la no menos brillante heptatleta estadounidense Jackie Yoiner-Kersee. Fue la atleta más completa en Seúl 1988 y al cerrar su carrera en Barcelona 1992, pero la australiana Glenys Numn se lo impidió en el estreno de Los Ángeles 1984.
A Río llegaron cuatro dobles campeonas consecutivas en plenitud de facultades para convertirse en la primera tricampeona en la historia del atletismo olímpico. Nos referimos a ganadoras de pruebas individuales en Beijing 2008 y Londres 2012. De otra forma hay quienes suman más medallas.
La primera fue la etíope Tirunesh Dibaba, relegada en 10 000 metros planos pese a realizar el mejor tiempo de su carrera que estuvo por debajo del récord mundial de la ganadora, su compatriota Almaz Ayana.
La segunda afectada por el “maleficio” fue la neozelandesa Valerie Adams, vencida en el último intento por un récord nacional totalmente inesperado de la estadounidense Michelle Carter.
El portento de la velocidad que todavía es Shelly Ann Fraser-Pryce, sin embargo, aceptó una medalla de bronce en la prueba más corta al ser relevada en lo más alto por la sensacional conterránea Elaine Thompson y la norteña Tori Bowie.
Y la que faltaba era la jabalinista Barbora Spotakova, actual recordista mundial con 72.28 metros y líder de la temporada con 68 metros y tantos.
El viernes se quedó también sin poder triangular Beijing-Londres-Río porque no consiguió lanzar más allá de 64.80.
Sara Kolak salió de la nada para lograr récord croata de 66.18, unida a un perturbador 64.92 de la sudafricana Sunette Viljoen. Bronce para la doble campeona olímpica y recordista mundial.
Si fuesen atletas con su curva de rendimiento hacia abajo tendría alguna explicación que ninguna haya hilvanado la tripleta. Y en tanto alguien pueda descifrar las causas, se me ocurrió emplear la palabra “maleficio”.
