La Habana, Cuba, 7 de abril de 2014.- Llegar a la isla de Cuba se convierte en un mundo de oportunidades sobre todo en el reforzamiento profesional, en el aprendizaje cultural, por la cantidad de compañeros de los distintitos países que exteriorizan sus experiencias del mundo deportivo en el Postgrado.
Por Ramón Mclean y Oscar Mejía (Nicaragua) – omv3375@hotmail.com
Lo sorprendente es que todos tenemos coincidencias en cuando a las dificultades que atraviesan los periodistas deportivos en los diferentes medios de comunicación y el concepto erróneo que tienen acerca del comunicador.
En países como Argentina, Paraguay, Colombia, México, Nicaragua, concuerdan que la profesión es sufrida pero remunerada por la pasión que se tiene al deporte y la manera de expresarla hacia la sociedad en general.
No importa el deporte, lo transcendental es contagiar a los televidentes, oyentes o lectores de lo esencial que significa el juego sin contaminarlo, llevarlo a los protagonistas con la pureza que tiene la actividad.
Otro aspecto interesante está en el punto de no renunciar a nuestros valores independientemente si puede afectarnos. Un ejemplo de esto es referido a una critica a un personaje de la federación o un atleta, si es necesario señalar algo malo en su gestiones a los federados o desaprobar a un jugador hay que hacerlo sin pensarlo dos veces.
Lo enriquecedor de estar en la isla es perfeccionar en el aspecto profesional, que sin duda no tiene precio, porque adquirir experiencia y mejorar es lo principal en nuestras vidas.
Realmente el resultado de este postgrado en prensa deportiva tendrá impacto positivo en nuestro trabajo de periodismo. Es importante destacar los distintos temas que se abordan sobre nuestro trabajo que va desde la planificación de estrategia hasta la importancia de la fotografía, aun falta que hablemos de la narración deportiva en radio y televisión.