La Habana, Cuba, 7 de abril de 2014.- De las experiencias más enriquecedoras para un periodista deportivo son los grandes torneos y juegos multinacionales. Juegos Suramericanos, Panamericanos, Olímpicos, Mundiales de Fútbol o de cualquier disciplina terminan nutriendo al comunicador de una experiencia que ningún aula puede replicar. Y no sólo por conocer y presenciar la culminación de años de esfuerzo de un atleta para llegar a los más alto de su disciplina. También por compartir con profesionales que tienen al deporte como una pasión.
Por Natalia Saavedra, Juan Carlos Campos y Raúl Toledo (Chile) – juancarlos.campos@tvn.cl
En las salas de prensa de los eventos conviven cientos de profesionales que, al igual que los deportistas, lucharon desde muy abajo para destacar. Conocer esa experiencia y otras realidades nos terminan enriqueciendo mutuamente.
El postítulo de Periodismo Deportivo de la AIPS se ha transformado en la «sala de prensa de América», donde todos vuelcan sus experiencias con el objetivo de aprender y entregar más que de competir. Así vemos el esfuerzo por hacer radio en Nicaragua o Ecuador, la lucha contra los monopolios en México o Colombia, la pasión por el béisbol en Panamá o Cuba, las pocas opciones para los jóvenes comunicadores en Paraguay o Uruguay, cómo el fútbol se devora otros deportes en Argentina o Chile. Todo desde una mirada de gente que siente orgullo por la profesión que ejerce.
Me voy a quedar con una idea del colega de Uruguay Juan José Peyrallo: «quiero que mi trabajo sea un granito de arena para mejorar el deporte en mi país, para ampliar la visión del periodismo deportivo».
Así partiremos todos desde La Habana. Con la idea fija de hacer crecer nuestra profesión y darle al deporte el sitial que merece. Ese sueño no se puede acabar.